La cantidad de metano emitida por los gasoductos de Nord Stream alerta a los expertos sobre las consecuencias en el cambio climático
El metano es un gas natural que se encuentra fácilmente en la naturaleza por la descomposición o digestión de materia orgánica. Se utiliza principalmente como combustible y gracias a él, miles de hogares pueden mantenerse calientes en invierno. No obstante, con la reciente fuga, producida por Rusia, en los gasoductos de Nord Stream 1 y 2, los países del norte tendrán complicaciones energéticas, pero no será el único problema generado. Esta cantidad fugada de metano puede ser muy nociva para todos por su composición. Si bien, la capa de ozono contiene este gas, en exceso puede generar variaciones en el clima.
Según los expertos, al año mueren más de un millón de personas de forma prematura por la acción del metano en el entorno. Además, es uno de los encadenantes del efecto invernadero, necesario para regular la temperatura del planeta. Una de las peores complicaciones que se puede producir es, que el metano tiene una característica para mover el oxígeno, por lo que podría desplazarlo y las zonas se verían afectadas por esa falta de aire, lo que afectaría al paraje natural y por ende, a las especies autóctonas de la zona.