Luis Rubiales continua en el ojo de la polémica, esta vez grabó a cargos del Gobierno en otra maniobra del presidente para obtener información sobre sus oponentes
Desde el pasado 20 de abril, cuando El Confiencial publicó audios y conversaciones entre el Presidente de la Federación Española de Fútbol, Luis Rubiales, y el futbolista el Fútbol Club Barcelona, Gerard Piqué, han ido saliendo a la luz múltiples casos irregulares por parte del presidente
Investigaciones privadas al Presidente de la Asociación de Futbolistas Españoles, AFE, viajes de ocio que se pagan en nombre de la Federación y un sinfín de artimañas más. A todo ello, se unen ahora, conversaciones privadas a cargos del Gobierno que grabó el presidente de la RFEF. Además Luis Rubiales habría grabado, también, reuniones presenciales con ministros y altos cargos del Ejecutivo, según El Confidencial.
Según el citado medio, Rubiales usa la cámara de video de otro móvil para que se vea el nombre que aparece en la pantalla y recoja la voz, al mismo tiempo. Por otro lado, en las reuniones presenciales usaría un bolígrafo con sistema de grabación incorporado.
«Creo que están todos vendidos»
Las conversaciones que grabó se remontan al año 2019, cuando Rubiales ocupaba la presidencia de la Federación de manera provisional. Iker Casillas retiró su candidatura a la presidencia y era el momento de Rubiales para hacerse con los mandos del organismo de manera definitiva. Pero fue ahí cuando el Tribunal Adminsitrativo del Deporte (TAD) tumbó por cinco votos a dos la convocatoria de este a las elecciones.
En una conversación, en tono brusco, con la entonces Presidenta del Consejo Superior de Deportes, Irene Lozano, niega la buena praxis de los jueces del TAD y opina que «están todos vendidos». «Aquí o das miedo o das asco» le dijo a la presidenta y añadió que lo que había ocurrido era «un antes y un después. Y UEFA y FIFA no se van a quedar quietas».
La estrategia de Luis Rubiales ante toda la polémica es negarlo. Un nuevo comunicado, publicado en nombre de la RFEF niega todos los hechos publicados por el diario nacional y lo tacha de «falsas acuasaciones».