- Una vez más, el BCE ha dejado intactos los tipos de interés, su principal instrumento de política monetaria. El tipo de interés principal se queda en el 0%; la facilidad de depósito (donde la banca guarda sus reservas), en el -0,5%; y la facilidad marginal de crédito, en el 0,25%.
- Malas noticias para los países que como España se han beneficiado significativamente de esta política, que no sólo le ha permitido financiarse a precios históricamente bajos durante los últimos años sino que ha aplanado su prima de riesgo respecto a otras economías como Alemania.
- El Consejo de Gobierno del BCE ha decidido mantener el ritmo de reducción de compras de activos (bonos soberanos y corporativos) que anunció en su anterior reunión.
- La parálisis del BCE evidencia que está dando tiempo a los países más retrasados del euro, como España, cuyo nivel de deuda pública se ha duplicado en la última década y alcanza ya el 118% del PIB. Tanto Fráncfort como Bruselas han advertido al Gobierno de que cuando empiecen a subir los tipos la prima de riesgo podría repuntar, la estabilidad de las finanzas públicas resentirse y volver el miedo a la quiebra.
El Banco Central Europeo (BCE) se pone en modo ‘esperar y ver’. Tal y como anticiparon los analistas, el Consejo de Gobierno del organismo monetario de la eurozona no ha variado este jueves su política: deja los tipos de interés en mínimos históricos y mantiene el ritmo de reducción de sus compras de bonos bajo el programa APP que anunció en su anterior reunión. No obstante, la entidad presidida por Christine Lagarde ha cumplido con el guion previsto por los expertos al confirmar que las adquisiciones de deuda podrían acabar en el tercer trimestre.
Al anunciar el mes pasado dicho ritmo de retirada de estímulos o tapering, quedaba en el aire la duda de si el BCE mantendría el APP a partir del verano. Y aquí radica la novedad de hoy por parte de la institución: las compras de bonos acabarán previsiblemente en verano.
«El Consejo de Gobierno ha considerado que los datos recibidos desde su última reunión refuerzan su expectativa de que las compras netas de activos en el marco del APP deberían concluir en el tercer trimestre«, reza el comunicado del BCE.
No obstante, el Banco Central Europeo matiza que «la calibración de las compras netas para el tercer trimestre dependerá de los datos» económicos que se vayan conociendo en la zona euro en los próximos meses. Por tanto, el final del APP dependerá de cómo sean las perspectivas macro del propio BCE, las cuales actualizará en junio.
«Ahora se necesitaría una grave recesión o una fuerte caída de las previsiones de inflación general para que el BCE no interrumpiera las compras netas de activos durante el verano», opina Carsten Brzeski, analista de ING Economics.
Inflación al alza
El Banco Central Europeo se encuentra en una situación delicada. Su fin es garantizar la estabilidad de los precios en la eurozona, con un objetivo simétrico del 2% en el índice de precios al consumo (IPC). Pero la tasa de inflación marcó el mes pasado un máximo histórico en el 7,5% interanual y se da por sentado que en abril revalidará ese récord. De hecho, según los expertos, así como la propia entidad monetaria, el IPC todavía podría tardar unos meses en tocar techo.
En su comparecencia ante la prensa posterior a la reunión, la presidenta del BCE, Christine Lagarde, ha señalado que la economía de la eurozona ha desacelerado en los últimos meses y, además, «varios factores apuntan a un crecimiento lento también en el futuro».
Asimismo, Lagarde, que ha comparecido por videoconferencia dado que está contagiada de covid-19, ha alertado de que los riesgos al alza en la inflación «se han intensificado, especialmente a corto plazo».
Subida tipos de interés
Estas palabras de la presidenta del BCE afianzan por tanto la expectativa entre analistas e inversores de que el fin del APP se produzca este verano. A la vez, ello alimenta la perspectiva de que este mismo año se produzca al menos un alza de los tipos de interés en la eurozona.
Al igual que en su anterior reunión, el BCE ha señalado hoy que el incremento del precio del dinero se producirá «algún tiempo después de que finalicen las compras netas [de activos]» y que la subida será «gradual».
Sin embargo, Christine Lagarde ha aclarado que «algún tiempo después» puede ser una semana o varios meses, y ha subrayado que la hoja de ruta del BCE depende de los datos económicos que se vayan conociendo en los meses venideros.
En la misma línea, al ser preguntada sobre por qué el BCE no es más preciso respecto a cuándo acabará con el APP, la presidenta ha indicado que la institución espera a actualizar sus previsiones económicas para decidir cuándo pondrá fin «exactamente» a las compras de bonos.
Lagarde ha señalado que el tercer trimestre tiene tres meses y, por tanto, el final del APP «podría ser pronto» (en julio) o «podría ser tarde» (en septiembre). Por ello, ha defendido que el BCE se muestra «abierto» y esperará a tener más datos macro antes de tomar una decisión definitiva.
La noticia de que el BCE dejará de comprar deuda pública es especialmente alarmante para los países muy endeudados, peor aún para aquellos que no han controlado el déficit público y más grave todavía para los que no han logrado recuperar un buen ritmo de crecimiento económico. España padece en estos momentos estos tres síntomas y el Gobierno actúa sistemáticamente ignorándolos porque, por un lado, está condicionado por sus socios populistas de extrema izquierda y por lo que respecta a la facción socialista de la coalición, esta no cultiva más objetivos que los propagandísticos.
Cuando el BCE empiece a retirar esas muletas con las que ha mantenido generosamente a los gobiernos que lo necesitaban se descubrirá cuáles han utilizado esta palanca para poner sus cuentas en orden y así poder caminar por su cuenta. Cuando el Tesoro tenga que salir a vender su deuda en el mercado real, el Gobierno deberá afrontar la realidad de sus propias políticas sin trampa ni cartón y pagar el precio que le pidan los inversores. Y ahí no valen de nada ni las mentiras ni las formulaciones tramposas con las que Sánchez sigue defendiendo lo indefendible. El problema es que los efectos de la catástrofe que se avecina los tendremos que pagar todos.
parte del artículo opinión ABC
¿y ahora qué pasa con las hipotecas?
¿Estamos ante el fin de las hipotecas fijas más baratas de la historia en España? Desde el año pasado y hasta el pasado mes de enero, el interés medio de estos préstamos se situaba entorno al 1,40%, un valor jamás visto que disparó la demanda de estos productos, hasta tal punto que solo en 2021 se firmaron 262.756 nuevas hipotecas fijas, según cifras del Instituto Nacional de Estadística (INE). Se trata de la cifra más alta desde que existen registros.
La subida del euríbor ha dado al traste con este reinado de las hipotecas fijas y al menos ocho entidades han decidido encarecer su precio o las han eliminado de su catálogo, a la par que han abaratado su oferta de hipotecas variables.
De momento, Bankinter, COINC, BBVA, Ibercaja, ING, Openbank, Banco Sabadell, Banco Santander, Kutxabank, MyInvestor, Unicaja, Cajamar y Triodos Bank han adoptado esta estrategia, pero lo más probable es que no sean los únicos.
El Euribor suma su tercer mes consecutivo al alza, tras cerrar el pasado mes de marzo en un -0,237%, lo que supone una décima más que en el mes de febrero, y dos décimas y media en comparación al dato de marzo del año 2021. Es el tercer mes consecutivo en el que el Euribor crece ante el aumento de los tipos de interés anunciado por los Bancos Centrales.
Pese a continuar en una tendencia negativa desde febrero del año 2016, se acerca cada vez más al cero y a valores positivos. De este modo, se trata de un dato que se traduce inevitablemente en el encarecimiento de la cuota de la hipoteca, y que puede oscilar entre los 15 y los 22 euros mensuales. La cotización al alza del Euribor afecta, en mayor medida, a las hipotecas variables, ya que la subida del interés es directamente proporcional a la del índice.
Las hipotecas variables son aquellas en las que el importe de las cuotas mensuales varía según lo haga el Euribor, por lo que el tipo de interés que se aplica se compone del valor del propio índice de referencia más un diferencial fijo. Con la subida registrada en este último mes, las hipotecas variables pueden aumentar hasta los 360 euros al año. Para aquellos que tengan contratada este tipo de hipoteca, la subida será efectiva una vez realizada la revisión.
Ante el repunte de los precios de las hipotecas variables, las hipotecas a tipo fijo se han convertido en una alternativa fiable. Según los datos ofrecidos por el Instituto Nacional de Estadística (INE), hasta un 70% de las hipotecas son a tipo fijo, que no se ven afectadas por la subida del Euribor a diferencia de las hipotecas variables. En su caso, el interés que se aplica es el que se indica en la escritura de la hipoteca.