Desde siempre el tiempo de León ha sido recordado por mucho calor o mucho frío. Esta provincia tiene veranos muy calurosos y los inviernos por el contrario son muy fríos. Pese a que la temporada de lluvia dura más de ocho meses las precipitaciones no son días muy lluviosos. Lo más normal es que en verano cualquier persona que mire el cielo lo pueda ver despejado o con una tímida nube blanca que desaparece antes de lo que cualquiera se podría imaginar.
El verano en León dura tres meses donde los leoneses que viven fuera de la provincia aprovechan para disfrutar de sus vacaciones con sus seres más queridos que viven en los pueblos. El sol, el cielo azul y el clima seco hace que las terrazas de los bares y las piscinas no den abasto. En Ponferrada donde con 37 grados lo único que apetece es un baño o una bebida bien fría.
Pero cuando se va el verano y las hojas de los árboles empiezan a teñirse de naranja y rojo hasta que nuevamente se caen, todo cambia. El invierno llega. El clima seco hace que las temperaturas aun bajen más, llegando a situarse por debajo de los 0 grados. El hielo se posa en las ramas de los árboles y en los coches de madrugada.
La gran diferencia en las temperaturas entre invierno y verano es debido a su clima seco
Finales de octubre es una temporada horrible para los leoneses. Desde esa fecha se concentra la máxima lluvia posible que cae durante todo el año y durante 31 días llueve hasta llegar al récord anual con 48 milímetros de agua acumulada de promedio. Por eso los habitantes de León vuelven a pensar en el mes de agosto donde el sol brilla y las nubes no gobiernan el cielo.
Por ello, el verano es ideal para visitar León. Cascadas, rutas de senderismo, paisajes para admirar al paso con la vista. El calor hace que todo turista quiera visitar lugares maravillosos y frescos en los que incluso pueden bañarse. Para ello todo viajante puede encontrar lagos, cascadas y pantanos.
Las mejores cascadas para visitar en los meses cálidos del año en León
Al llegar al Valle de Laciana se puede saborear la tranquilidad del lugar. El paisaje que rodea todo el Valle y el entorno natural. Al adentrarse nos encontramos con la Cascada de Lumajo, una maravilla natural que en verano con el verde de los árboles y el brillo del sol parece un lugar nacido de un cuento de hadas.
Una de las rutas más conocidas de León es la que transcurre a lo largo del río Noceda. Se trata de una ruta en círculo de más de 10 kilómetros donde se pueden encontrar zonas de salto como; cascadas, fuentes naturales y pozas. Por el trayecto nos toparemos con la Catarata de la Gualta, que ya es más que conocida incluso fuera de la provincia. Sus fuentes contienen aguas medicinales, además del encanto que pueden ver nuestros ojos cuando llegamos allí.
Las mejores rutas de senderismo en León para el verano
En la provincia se encuentra una de las rutas más famosas de todo el país. Esta ruta une Asturias con León se trata de la Ruta del Cares. Son 12 kilómetros uniendo los pueblos de Caín (León) y Poncebos (Asturias) y también es conocida como la Divina Garganta. Caracterizada por sus estrechos tramos donde solo unos pocos metros nos separan del precipicio, es recomendable madrugar para hacer esta ruta debido a las altas temperaturas que se registran en verano.
Una de las reservas de la biosfera leonesa es Babia. En ella podemos encontrar una preciosa ruta que nos lleva a la Laguna las Verdes. El tramo se inicia en la Torre de Babia donde tras recorrer las praderas, subir hasta la Majada de las Verdes donde pastan las ovejas, llegamos a nuestro destino. Lugar que así se llamó debido a que la vegetación en verano se cubre de un color verde esmeralda.
Ganix Alonso