Hoy es un día digno de conmemorar. Se trata del día contra la hepatitis, una celebración establecida por la Organización Mundial de Salud u OMS en el 2010. El objetivo de esta fecha es concienciar sobre la enfermedad y sus consecuencias. Perfecto para recordarnos que además del Covid existen otras tantas enfermedades.
Una gran e importante fecha que a raíz de formar parte de las efemérides en salud, logra informar a los ciudadanos y les da acceso a los recursos de prevención, diagnóstico y tratamiento.
Origen
La fecha se fijó en la Asamblea Mundial de la Salud de 2010, en honor a Baruch Samuel Blumberg, ya que fue el descubridor del virus de la hepatitis, además de profesor y ganador de un Premio Nobel.
Con el fin de reconocer la carga vírica, mejorar el conocimiento de la población y comprometer a los Estado Unidos para que garantizasen el acceso a los diagnósticos y tratamientos oportunos.
¿Qué es?
Para quienes desconocéis el significado del término, os aclaro que es una inflamación del hígado causado por uno de los cinco virus de la hepatitis (hepatitis A, B, C, D y E). Teniendo en cuenta que el órgano al que afecta en vital para hacer frente a la vida.
La hepatitis A y la hepatitis E suelen, son generalmente causadas por la mala ingestión de agua o alimentos que estén contaminados. Seguramente te suene por algún caso que viviste en el comedor de tu escuela, tanto por algún caso en un amigo como en un docente.
El resto de virus de la hepatitis (la B, C y D), por el contrario son otro tipo de motivos por los que se contagia, como por ejemplo el contacto con humores corporales infectados, transfusiones de sangre, en los hospitales cuando se hace uso de algún quipo contaminado…
Aunque la hepatitis B tiene un motivo muy específico, el contagio maternal en el parto, por uno de los miembros d la familia o con el contacto sexual.
La hepatitis, en su conjunto, puede llegar a ser una enfermedad profesional. Esto significa que la enfermedad (carga vírica) se establece en la lista de «Ley de Riesgos del Trabajo» asociando el agente de riesgo, la actividad y la enfermedad.
Por ejemplo, la Hepatitis A está incluida en la ley de Riesgos del trabajo aunque el resto no, dado que se clasifica como «Enfermedad Profesional» para los docentes.
En cuanto a la repercusión del virus, la infección agua suele ser acompañada de síntomas muy leves o incluso ninguno. Se manifiesta mediante decoloración amarillenta en la piel (ictericia), orina oscura, náuseas, vómitos y en ocasiones, dolor abdominal.
Ane Garrido