Recorrer el Desfiladero de Los Calderones, en la localidad leonesa de Piedrasecha, es toda una aventura en familia para los amantes de una buena ruta. Se trata de un paseo bastante sencillo para disfrutar de la naturaleza y, sobre todo, de los bellos paisajes que ofrece la provincia de León.
Comenzamos el recorrido por los Calderones en Piedrasecha
La ruta comienza en Piedrasecha, donde hay un pequeño aparcamiento para dejar los coches, además de un panel de información para saber todo sobre la ruta. Lo primero es tomar la avenida del Desfiladero y pasar por la iglesia y el castillo de Piedrasecha. A continuación, hay que cruzar el puente que cruza el arroyo de los Calderones hasta llegar al bar-restaurante “Manadero”, una buena opción para parar de regreso de la ruta.
Después de abandonar la localidad, se aprecia una roca silícica característica de la zona. Es conocida como “El Serrón” y es llamativa por los líquenes amarillentos que habitan en ella. La ruta continúa por el camino paralelo al arroyo de los Calderones hasta llegar a un merendero en el kilómetro 2.
El Desfiladero de los Calderones, ruta por el interior de una garganta
Aquí comienza el Desfiladero de los Calderones, una garganta formada por farallones calizos. Pero antes de adentrarnos en él, se puede subir a la “Cueva de las Palomas» por unas escaleras. En su interior se encuentra la Virgen del Manadero, que es la patrona de la comarca.
Tras adentrarnos en el desfiladero, cabe señalar que por esta zona transcurría tiempo atrás el arroyo de los Calderones. Pero desapareció para discurrir por debajo de la corteza. En cuanto a la roca, las formaciones son muy peculiares.
Fin de la ruta en Santas Martas
Casi al final, el desfiladero empezará a despejarse y volveremos a escuchar el sonido del arroyo. Hay que caminar entre roquedos y canchales, pasar una cancilla y ascender los últimos metros hasta llegar a Santas Martas. Se trata de un antiguo poblado que desapareció años atrás, además de ser el fin de la ruta.
Para los más aventureros, se puede continuar por un camino que se desvía a la derecha hasta llegar a las “Vegas del Palomar”. No obstante, no hay señalización. Así que la opción más viable da es dar la vuelta.
En resumen, la ruta de los Calderones es una de las rutas más bonitas y transitadas de León. Tanto para ir en familia como con amigos. Si no la conocéis deberíais hacerlo ya.
Virginia González