Las vidrieras, la joya de la Catedral de León
Cuando pensamos en la Catedral de León, lo primero que se nos viene a la mente son sus impresionantes vidrieras. Comparables con las de la catedral de Notre Dame en París entre otras, las de León esconden muchos secretos.
Las vidrieras de la Catedral de León son el resultado de un trabajo que comenzó en el siglo XIII y se prolongó durante cientos de años. Góticas, renacentistas o neogóticas, son varios los tipos de vidrieras que alberga la joya de León. Todas ellas son dignas de admiración; sin embargo hay algunas que destacan más que otras.
Vidrieras religiosas y vidrieras paganas
Por lo general, las vidrieras de la Catedral de León son de temática religiosa. Pero es curioso descubrir que hay alguna que hace referencia a temas más profanos; por ejemplo hay una que representa una escena de caza. También destaca la vidriera de Simón el mago.
Simón, el «mago» samaritano
Simón el Mago fue un líder religioso samaritano, probablemente gnóstico. Vivió en la misma época que Jesucristo y fue conocido por realizar trucos y hechizos con el fin de proclamarse el verdadero mesías. El origen de sus «habilidades» tiene que ver con un viaje que hizo a Alejandría. En cuanto a su muerte, se sabe poco. Hay quien dice que fue lapidado ante Nerón, mientras que otros cuentan que murió después de ser enterrado vivo para resucitar al tercer día.
En cualquier caso, Simón el Mago terminó en la Catedral de León retratado en una bonita vidriera. Cuando entres en la catedral, solo tienes que dar la vuelta a la girola hasta llegar a la capilla de San Antonio. Allí encontrarás a Simón, concretamente en la vidriera central, donde podrás ver dos escenas protagonizadas por él.
La próxima vez que visites la Catedral de León no te olvides de buscar a Simón.
Virginia González