Una irrupción de nuevos medios como Twitch ha generado un fuerte escepticismo con las cadenas tradicionales
La realidad es que las nuevas generaciones no ven la televisión. Este hecho supone un problema para los medios tradicionales ya que todavía no saben cómo cambiar esta tendencia al alza provocada, en cierta medida, por la aparición de nuevos medios como Youtube o Twitch. Realmente, estos dos canales bidireccionales de comunicación llevan años inmersos en nuestra sociedad, más allá de la amenaza creciente que ha supuesto para la televisión tradicional.
El primero de ellos, Youtube, es un sitio web creado en 2005 y está diseñado para compartir vídeos. Esta plataforma llegó en 2007 a España, pero se hizo realmente conocida a partir de 2014, aproximadamente, con la adopción del término Youtuber. Su connotación fue convirtiéndose en negativa con el paso del tiempo por dos factores: la creciente amenaza para los medios de comunicación tradicionales y la marcha a Andorra en 2018 de creadores de contenido para pagar menos impuestos.
El desprestigio a través de la evasión
Los medios intentaron utilizar su marcha a Andorra para incendiar las redes sociales y ganar adeptos al sistema tradicional. El problema es que no se preocuparon lo más mínimo en lo más importante de la comunicación, informarse. Los continuos errores y faltas de respeto camufladas en sus discursos políticamente correctos, provocaron que los jóvenes no dieran ni siquiera una oportunidad a la televisión.
Los medios tradicionales cavaron su propia tumba entonces y lo peor de todo, es que caerían en el mismo error años más tarde, con la segunda «migración» en 2021 de creadores de contenido al paraíso fiscal más cercano a nuestro país. Ahora, no solo encontrábamos Youtubers sino que también se sumarían algunos streamers, término con el que se les asocia, de Twitch.
Twitch, el segundo obstáculo para la televisión
Por otro lado, encontramos Twitch, una plataforma de directos donde los streamers juegan a videojuegos, hablan con su público o comentan cualquier vídeo. En definitiva, puedes hacer lo que quieras. Twitch nació en 2011, pero cuando realmente creció de manera exponencial fue a partir de la pandemia de la Covid.
Un hecho que nuevamente no gustó a la televisión tradicional calificándola de «moda pasajera». Una expresión que no refleja la realidad mostrada por los datos que amparan la revolución de estos nuevos gigantes de la comunicación. Ibai recientemente realizó una entrevista a Piqué y a Sergio Ramos entre otros muchos con audiencias que superaron los 200.000 espectadores. Además, las campanadas en Nochevieja por Ibai en Twitch tuvieron una audiencia entre las 00:00-00:01 de 550.000 espectadores. Unas cifras que ni Cuatro ni La Sexta consiguieron acercarse.
Adaptación de unos y críticas de otros
A partir de entonces, distintos medios tradicionales han sabido que el camino futuro es unirse y aprovechar las ventajas de uno y otro. Las narraciones de los partidos de fútbol, partidos de fútbol en abierto, y algún programa de televisión ha empezado a emitir en esta plataforma con la intención de ganarse al público que más preocupa, los jóvenes.
Mientras tanto, programas de mañana de máxima audiencia critican y meten en el mismo saco a todos los creadores de contenido como si se marcharan todos a Andorra. Claro que quienes se van para evadir impuestos son un mal ejemplo en ese aspecto para los ciudadanos y los jóvenes, en particular. Pero es un error extrapolarlo a todos ya que son el futuro. Les guste más o menos, «los jóvenes somos el futuro indiscutiblemente. Por lo que si menosprecias a estos que, para muchos son ídolos o referentes, se te van a echar encima«.
Para que la televisión subsista tiene que cambiar la mentalidad y adoptar una más abierta, una que permita complementarse y adaptarse a los nuevos tiempos como se hizo en su época con la radio y la televisión. Sino me temo que estaremos hablando de una muerte anunciada de la televisión, como diría Gabriel García Márquez.
Por Adrián Pérez Ispizua