Desaliñado, con la ropa de hace cinco días y muy asustado. Así llegó Driss Oukabir a la cárcel de Soto del Real (Madrid),tras declarar el pasado martes ante el juez de la Audiencia Nacional por su presunta participación en los atentados de Barcelona y Cambrils. «Te vamos a rajar cuando salgas al patio», le han gritado los presos desde las ventanas al joven de 28 años, según explican fuentes policiales y de Instituciones Penitenciarias.
El magistrado Fernando Andreu le imputa los delitos de integración en organización terrorista, asesinato y lesiones. El procesado, arrestado en la misma tarde de los ataques, ha admitido que alquiló la furgoneta que se utilizó en el atropello masivo de La Rambla, aunque afirma que creía que se iba a usar para una mudanza.
Según explican las mismas fuentes, los funcionarios han recluido a Oukabir en una unidad de aislamiento. Además, el detenido ha pedido protección por las amenazas recibidas. «Puto terrorista de mierda», le gritaban también otros reclusos.
Andreu, que escribió en un auto que existen «indicios racionales y fundados» de la participación de Oukabir en los atentados, decretó su entrada en prisión provisional sin fianza en la noche del pasado martes. En un primer momento, tras su arresto el jueves, este sospechoso aseguró que su hermano Moussa —abatido en Cambrils— le había robado la documentación para alquilar el vehículo. Pero después cambió la versión y admitió que él mismo la había adquirido, pero que pensaba que la iban a utilizar para trasladar muebles a un piso donde se iban a mudar tres de los integrantes de la célula.
Los investigadores también destacan en sus pesquisas que, el pasado 13 de agosto, Driss Oukabir aterrizó en Barcelona en un vuelo de Air Arabian procedente de Marruecos y que, solo un día antes, también consta otro viaje a su nombre con la misma compañía, origen y destino. Según el testimonio de otro de los arrestados, fue su hermano quien adquirió esos billetes.