La Policía Municipal de Burgos acudió a la Catedral de Burgos tras recibir una llamada notificando que un dron se había estampado contra el templo.
Los hechos ocurrieron el 23 de julio al medio día, según detalla la Subdelegación del Gobierno en Burgos. El dueño del dron fue quien alertó a la gerencia de la Catedral, ya que quería recuperar su «juguete». Posteriormente, uno de los responsables del templo llamó a la Policía Municipal de Burgos.
Un vez en el lugar, los agentes sacaron fotografías del suceso y levantaron un acta. Seguidamente accedieron por una terraza situada entre una de las capillas y la Torre Norte, donde se encontraba el vehículo aéreo.
En la posterior inspección ocular se pudo comprobar que no llevaba ninguna placa identificativa que indicase la información que exige la legislación vigente, como el nombre y el teléfono del operador y otra serie de datos obligatorios.
Tras consultar la página web https://drones.enaire.es/ del Ministerio de Fomento en el que vienen indicadas las zonas restringidas de vuelo, los agentes comprobaron que está prohibido el vuelo de drones en la totalidad del núcleo urbano de Burgos.
Además hay que tener en cuenta que los daños causados por un «descuido» puede conllevar daños irreparables.
El dueño del dron se enfrenta ahora a una sanción por infracción administrativa.
Tras la declaración del propietario en dependencias policiales, le fue entregado el dron con la advertencia de la obligación de presentarlo ante la autoridad competente en caso de ser requerido al tiempo que se le comunicaba que se tramitaba una propuesta para sanción por infracción administrativa.
Las multas en relación al mal uso de los drones pueden alcanzar los 90.000 euros. La cuantía depende en gran medida de los daños, la situación y la gravedad. Así cómo el uso o no de la cámara de foto o vídeo.