«Me gusta la niña, a esa me la tengo que hacer», estas palabras, provenientes de un grupo de cuatro jóvenes, aparentemente ebrios, son las que escuchó un testigo durante la madrugada en una hamburguesería de Burjassot, Valencia, cuando entró en el local una menor de siete años junto a su madre.
Ante los indicios de que se llevaran a la menor para violarla, el hombre alertó a la madre para que se marchara corriendo antes de que trataran de llevar a cabo sus supuestos deseos pedófilos. No obstante, según la denuncia presentada por la víctima, estos salieron corriendo detrás de ambas.
El hombre de 48 años que medió para defenderlas acabó recibiendo una paliza, en la cual los agresores le causaron cortes con botellas de vidrio rotas y le golpearon con una valla de protección del metro.
Tres de los cuatro presuntos autores fueron detenidos en el lugar por la Policía Nacional esa misma madrugada. Los arrestados pasaron ayer a disposición judicial.
Tras acogerse a su derecho a no declarar, la jueza de Instrucción número uno de Paterna acordó su libertad con la obligación de acudir a firmar dos veces al mes y les impuso una orden de alejamiento de 300 metros respecto de la menor, de su madre y del hombre que salió en defensa de estas.
«No paraban de gritar: «Queremos a la niña, esa es para mí», recuerda la madre de la pequeña, todavía con el miedo en el cuerpo.