Un hombre ha entrado en un bar de la localidad vallisoletana de Castrillo-Tejeriego armado con una escopeta y ha matado a una persona y ha herido a otras tres, según ha informado el 112 a Europa Press. El suceso se ha producido minutos antes de las 5.49 horas, momento en el que el 112 da aviso del incidente a la Guardia Civil (COS) de Valladolid y a Emergencias Sanitarias – Sacyl.
En el lugar, el personal de Emergencias Sanitarias confirma el fallecimiento de un varón de 46 años y atiende a otras tres personas heridas por arma de fuego, dos varones de 50 y 51 años que son trasladados posteriormente en ambulancia, acompañados por el equipo médico de Esguevillas de Esgueva, al Hospital Universitario Río Hortega de Valladolid, y un varón de 58 años que es evacuado en UVI móvil al Hospital Clínico Universitario de Valladolid.
Es este último hombre el que se encuentra en la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Clínico Universitario de Valladolid debido a un balazo en el hombro, con pronóstico grave, aunque estable, según informan desde la Consejería de Sanidad.
La Guardia Civil ha detenido en Valladolid al presunto autor de los disparos en torno a las diez de la mañana, y responde a las iniciales M.M.B. Tiene 32 años y se le acusa de un delito de homicidio. Ya ha sido puesto a disposición judicial.
Se ha confirmado que tenía licencia de armas y que aún no ha aparecido el arma homicida, al tiempo que se descartan «rencillas anteriores» con las víctimas, por lo que se apunta a un «cruce de cables» como principal hipótesis del homicidio, según ha comunicado la subdelegada del Gobierno en Valladolid, Helena Caballero. También ha mostrado su «pesar» por un suceso que se ha resuelto con celeridad gracias «a la buena labor» de la Guardia Civil y de la Policía Nacional que han colaborado en el esclarecimiento del caso.
Asimismo, Caballero también ha informado sobre el expediente del presunto autor de los disparos, al que solo le consta un antecedente por un «delito menor», en concreto por «amenazas e injurias» hacia un concejal del Consistorio. Además, se ha atrevido a elucubrar una posible explicación del incidente: ha atribuido el homicidio a un «cruce de cables» tras una discusión «que tampoco estaba siendo muy acalorada» lo que motivó que el presunto culpable fuera a por la escopeta a casa y entrara «a tiros» en el establecimiento.
Por último, el alcalde de la localidad, Raúl Torres, mostraba su «pesar» por un suceso que ha consternado a los poco más de 200 vecinos de Castrillo-Tejeriego. La corporación municipal ha celebrado un pleno extraordinario donde se ha condenado el homicidio, se ha guardado tres minutos de silencio y se han decretado tres días de luto.