La golfista española Celia Barquín Arozamena, campeona de Europa Amateur Individual Femenina en 2018 y Deportista del Año de la Universidad de Iowa State, fue asesinada en Estados Unidos, el día de ayer.
«Ha llamado un hombre desde Coldwater. Cuentan que una mujer estaba jugando al golf y no la encuentran por ninguna parte». Con esa llamada el servicio de emergencias alertaba a la policía de Ames (Iowa, Estados Unidos) de una denuncia ciudadana. Poco después aparecía el cuerpo sin vida de la cántabra Celia Barquín.
Collin Daniel Richards, de 22 años, con distintos antecedentes por delitos menores la salió al paso con un arma blanca.
Sentía la necesidad de violar y asesinar a una mujer
Pero por la tarde, la policía local de Ames informó de un testigo que habría declarado a la policía que había oído decir al detenido que «sentía la necesidad de violar y asesinar a una mujer». Y así lo hizo.
Celia Barquín Arozamena intentó defenderse, pero el atacante terminó con su vida y abandonó el cuerpo en el estanque del propio campo, a poca distancia de donde había quedado su bolsa de palos. Fue entonces cuando esa misma persona con la que había estado a primera hora observó la bolsa abandonada y sospechó que algo había ocurrido.
Incapaz de localizarla, avisó a los servicios de emergencia y estos a la policía local, que finalmente localizó el cuerpo con diferentes heridas en la parte alta del torso, el cuello y la cabeza.
El testimonio de Collin Daniel Richards en el interrogatorio
Durante el interrogatorio, el acusado detalló que antes de ser detenido estuvo por la mañana con una persona en una residencia cercana. Esa persona fue más tarde interrogada por los agentes a los que precisó que el sospechosos había acudido a su vivienda cubierto de sangre, agua y arena, y que al verlo así le ofreció que se lavara allí.
La Policía también ha encontrado en el lugar del suceso una mochila que supuestamente había llevado el presunto asesino y de la que se había desecho antes de entrar en contacto con los agentes, además de un cuchillo con restos de sangre, según ha relatado el comandante de la Policía de Ames, Geoff Huff.
Por el momento, las autoridades no han descubierto ninguna relación entre el supuesto asesino y la joven española, que se encontraba entrenando sola en el momento del ataque.