La infausta realidad que están viviendo estos ancianos de Fuenlabrada parece casi sacada de un relato de ciencia ficción, si no fuera porque son ellos mismos quienes lo relatan y los compañeros de Madrid Directo lo recogen con imágenes y testimonios realmente increíbles.
En el vídeo se muestra como el reportero llega a la zona acompañado de la pareja de ancianos que más tarde afirman estar enfermos. Pero ese no es el mayor de sus problemas, sino que el estrés, la ansiedad y el mal estado viene provocado porque son propietarios de un piso y una mujer se lo ha ocupado. La situación y las declaraciones posteriores son totalmente estremecedoras.
Lo más impactante del momento es que el reportero se acerca a la puerta del piso con los ancianos propietarios, cuando aparece la presunta ocupa que no muestra ningún tipo de remordimiento, sino que se presta a ir a hablar con la pareja a la que pertenece el piso en el que vive sin pagar absolutamente nada. Además, afirma estar cobrando ayudas, aunque los ancianos no reciben ningún tipo de alquiler, y está convencida de que no se irá si no lo ordena un juez.
El reportero trata de mediar y se produce la asombrosa conversación sobre la ocupación de este piso de Fuenlabrada. En la que al final, la mujer propietaria se ve tremendamente afectada y cuenta cómo se siente y lo que le está produciendo desde hace tiempo la triste situación de estos ancianos.
La triste situación se refleja en la conversación
En la conversación de los propietarios con la presunta ocupa el reportero apunta a la mujer «ellos quieren recuperar su casa. Y vosotros no estáis pagando. Si la convencemos para hablar con los legítimos propietarios. Tú crees que hay alguna solución para que ellos recuperen su casa? Que son mayores, están enfermos.»
El reportero insiste «te puedes comprometer a final de mes, devolverles la casa» o lo que la mujer responde con declaraciones como «tú puedes llevar un papel de la juez para yo salga» o «hoy es mi piso. Quiere decirse que yo no le debo nada a nadie porque es mío».
La pareja de ancianos, totalmente incrédulos solo aciertan a declarar «Es incompresible. Esto está ocurriendo por como está el sistema». Y la mujer visiblemente afectada se viene abajo y dice «…otra vez otro ataque de ansiedad. No puedo más yo. Estoy sorprendida porque digo qué he hecho yo en este mundo? En qué país vivo? En qué país».