Seis personas, una más que el pasado año, fallecieron en las carreteras de Castilla y León durante la operación especial de tráfico puesta en marcha por la Dirección General de Tráfico (DGT) con motivo de las vacaciones de Semana Santa, según datos del Ministerio del Interior.
A nivel nacional las víctimas mortales fueron 30, tres más que en 2017. No obstante, desde el año 2006 se ha producido un descenso continuado del número de fallecidos, con ligeros repuntes, que han supuesto que en 12 años se reduzca en un 71 por ciento la cifra de fallecidos en Semana Santa. La cifra de 2018 es la tercera más baja desde 1960.
Por comunidades, se ha registrado incremento de la siniestralidad en Andalucía (+4), Cataluña (+4), Extremadura (+2) y Galicia (+1), mientras que no se registraron accidentes mortales en Asturias, Canarias, Cantabria, Murcia, Navarra, La Rioja y País Vasco.
De total de víctimas mortales, 22 perdieron la vida en accidentes ocurridos en vías convencionales, frente a las ocho que lo hicieron en accidentes ocurridos en autovías o autopistas. La salida de vía sigue siendo el tipo de accidente más frecuente, con 13 fallecidos. 16 de los fallecidos viajaban en turismo, cinco en motocicleta, tres en bicicleta y dos eran peatones.
Por otra parte, en lo que va de año se contabilizan en las carreteras de Castilla y León 22 víctimas mortales, seis menos que en el mismo periodo del pasado año. A nivel nacional son 262 los fallecidos, uno más que en la misma fecha del año pasado.
Además de en Castilla y León, en otras otras diez comunidades se produjeron descensos, en otras dos se mantienen las mismas cifras que el año pasado y en otras cinco aumentan el número de fallecidos: Cataluña (+21), Cantabria (+7), Aragón (+5), Comunidad Valenciana (+5), Navarra (+2).