Según informa la Policía Nacional, de madrugada un vecino alertó tras observar a los dos arrestados cargando el ataúd.
Uno de los jóvenes fue localizado en su domicilio, donde tenía oculto el féretro. Posteriormente el segundo responsable de la sustracción fue arrestado junto a una joven tras amenazar de muerte al ciudadano testigo de los hechos.
En el lugar se personó el empleado de la funeraria propietaria del vehículo fúnebre estacionado en las inmediaciones, de cuyo interior habían sustraído además, un maletín de tanatoestética.
Con los datos recabados, la patrulla policial acudió hasta una vivienda cercana donde podrían residir los supuestos autores. Una vez allí los agentes se entrevistaron con un joven que reconoció voluntariamente los hechos y que accedió a entregar el féretro y el maletín sustraído a los funcionarios.