Agónico rescate en un enclave único
Una auténtica odisea se vivió este miércoles en Timanfaya en Lanzarote. Los servicios de emergencia tuvieron que rescatar a un niño de 8 años cuyo brazo quedó atrapado entre dos sillones de un turismo. Un agónico rescate.
Al llegar al parque natural la familia comprobó como el niño estaba atrapado en el vehículo. La mano del menor estaba atrapada entre dos de los sillones traseros. Los bomberos utilizaron la separadora para liberar el brazo. También tuvieron que cortar uno de los sillones para poder liberar la mano, ya que un dedo lo tenía metido entre dos plásticos.
Después del rescate, en el que se vivieron momentos de angustia, el niño presentó buen aspecto.