El pasado sábado 11 de febrero en el estadio San Casto de la localidad salmantina de Santa Marta de Tormes , Raúl Sánchez Borrego presidente del club de la Unión Deportiva Santa Marta se vio envuelto en una pelea entre la afición de su equipo y la afición de la Cultural Leonesa.
Los dos equipos jugaban un partido importante y decisivo de Liga Nacional Juvenil y podía respirarse la tensión entre ambos bandos al jugarse el ascenso a la División de Honor, escuchándose; críticas, reproches, desafíos y provocaciones por parte de las dos aficiones.
En la segunda parte del partido, uno de los pequeños del Santa Marta se lesionó, momento en el que la tensión subió, y con ello los gritos y voces entre las gradas, ese fue el punto que marcó el comienzo de la pelea en la cual, Raúl Sánchez, el presidente, según parece, da una patada en la cabeza a uno de los seguidores leoneses que era padre de uno de los chicos que se acercaba hacia él.
La patada provocó que los padres y los aficionados de ambos clubes, entraran también en conflicto. Raúl Sánchez recibe “una bofetada” de una aficionada leonesa que le ha dejado marcada la cara con arañazos.
Después de una parada de escasos minutos y “calmar las aguas”, el partido se reanuda para concluir con una victoria del Santa Marta por 2-0. Con este triunfo, el Santa Marta aventaja en cuatro puntos a la Cultural en el primer puesto, con opciones de ascenso a División de Honor Juvenil.
Si bien es cierto, Raúl Sánchez lamenta el incidente y así lo ha expresado, pero ¿es suficiente con eso? Qué tipo de valores en el deporte estamos inculcando a nuestros hijos?
Lo triste y alarmante de este tipo de comportamientos es, que no se producen de forma aislada, los altercados, peleas, insultos y agresiones en el deporte son muchos, como son muchos los padres que llevan a sus hijos a un partido y olvidan la finalidad del deporte, gritando e insultando a otros chicos o incluso niños pequeños./gxa