La médica del Hospital de León se enfrenta a una pena de dos años y seis meses de cárcel, la inhabilitación para ejercer como médico durante cinco años así como una indemnización de casi 100.000 euros para sus familiares, tras no efectuar las pruebas necesarias para diagnosticar a una paciente, de 78 años, y darle el alta.
El juicio se llevará a cabo los próximos días 25 y 26 de abril en el Juzgado de lo Penal 1 de León, donde se juzgará a la mujer por un presunto delito de homicidio imprudente por no diagnosticar un accidente cerebro vascular de una paciente y darle el alta.
Según las pruebas aportadas por el Fiscal, los hechos tuvieron lugar el 15 de febrero de 2011 cuando una mujer, llegó al Servicio de Urgencias del Complejo Asistencial de León y fue atendida por la acusada, que en ese momento ejercía de médico de residente de primer grado.
En el Hospital, la médica realizó un electrocardiograma, una radiografía de rodilla y una analítica, pero en ningún momento se realizó a la paciente una prueba complementaria para descartar un proceso de accidente cerebro vascular, a pesar de que su historial médico y varios informes avisaban de que la mujer podría sufrir en algún momento un accidente cerebro vascular.
Los familiares también avisaron a la médica de este indicio, resaltando que ya había sufrido con anterioridad un accidente cerebro vascular. Pero finalmente, la médica diagnostico a la mujer de una artrosis de rodilla y le dió el alta.
Varios días después, la mujer de 78 años empeoró y, tras ser atendida por un médico de atención primaria, fue derivada a la UCI del Hospital de León donde falleció días después como consecuencia de un accidente cerebro vascular.
PLa Fiscalía ha mostrado que los hechos son constitutivos de un delito de homicidio por imprudencia grave profesional por lo que solicita para la acusada una pena de dos años y seis meses de prisión y la inhabilitación para el ejercicio de la profesión de médico por un periodo de cinco años.
La defensa de la médica
Por otra parte, la defensa de la acusada solicita la nulidad de actuaciones por la ausencia de documentación escrita que recoja el contenido de la enfermedad que sufría la paciente, donde se alertaba de un posible accidente cerebro vascular porque nadie le facilitó la hoja de traslado del 112 que derivó a la paciente. Además agrega que la única información que tenía de la paciente era que no podía mover una pierna.
La defensa ha resaltado que la médica no tenía apenas experiencia profesional y pese a ello atendió a la paciente con la única referente de la enfermería, donde mencionaba que no movía la pierna, pero no carecía de información neurológica. Además concluye que el alta se realizó tras consultar con la médico adjunta que tutorizaba su actuación.