La joven de Elche que fue captada por una secta a los 16 años, fue encontrada en la selva de Perú después de más de año y medio sin tener contacto alguno con su familia.
Patricia Aguilar se marchó a Perú nada más cumplir los 18 años junto a Félix Steven Manrique, el líder de una secta que pretendía repoblar el mundo ante un inminente apocalipsis.
El padre de Patricia viajó a Perú para impulsar la investigación. Su hija pasó a la clandestinidad cuando la familia quiso hacerla volver a España en contra de su voluntad. Durante ese tiempo, Patricia vivió en una choza en mitad de la selva peruana, en condiciones infrahumanas, llegando incluso a dar a luz una niña.
Tras su liberación, la joven ha entrado en un programa de protección de víctimas.