Un grupo de okupas magrebíes provocó un incendio en un edificio de Melilla tras ser desalojados por la Policía en un operativo especial
El incidente ocurrió cuando un vecino alertó a la Policía Local de la ciudad sobre una pelea tumultuosa que estaba teniendo lugar en el edificio ocupado, situado en el número 4 de la calle Castelar. «Vi una patrulla pasar y les dije que se acercaran porque un día se matarán entre ellos», explicó al diario El Faro la persona que dio el aviso.
La Policía procedió a desalojar a los tres okupas que se encontraban dentro de la vivienda, y minutos después los vecinos notaron humo saliendo por las ventanas del primer piso del edificio. «Justo en ese momento, uno de los okupantes salió del inmueble», informó el mencionado diario. Otros testigos indicaron que, después del desalojo, algunos okupas regresaron al edificio, aunque según los Bomberos no había más personas presentes en el momento del incendio.
La vivienda, que ha estado deshabitada desde que sufrió daños en un terremoto en 2016, había sido ocupada durante varios meses por un grupo de entre cuatro y cinco inmigrantes magrebíes, quienes ya habían sido desalojados en varias ocasiones anteriores.
Los vecinos ahora temen que, incluso después del incendio, que afortunadamente no causó heridos, los okupas puedan romper las medidas de seguridad colocadas por los Bomberos y volver a ocupar la casa.