Ocurrió ayer en Salas, Asturias, en la Nacional 634. Un conductor ebrio pierde el control, da un volantazo y se empotra contra la montaña.
Lo graba todo el conductor que va detrás; no sabemos en qué estado a juzgar por sus comentarios jocosos. A ninguno de los dos parece darles miedo la situación porque ambos continúan adelante.
Uno con las ruedas totalmente torcidas, con el eje roto. Y el otro detrás, muerto de risa. Incluso se cruzan con un camión en ese peligroso estado. Más adelante la Guardia Civil detiene al conductor. Dio 0,90 en la tasa de alcohol, casi cuatro veces la permitida, y se enfrenta a un delito contra la seguridad vial.