La Audiencia de Barcelona juzgará hoy miércoles a un agente de los Mossos d’Esquadra por presuntamente grabar a 17 compañeras mientras se cambiaban en el vestuario de una comisaría de Badalona entre diciembre de 2014 y julio de 2015.
Según el escrito de la Fiscalía, el agente colocó en los bancos del vestuario femenino una pequeña cámara, que ocultó en una bolsa de deporte, para «menoscabar la intimidad de sus compañeras, y sin el conocimiento ni consentimiento de las mismas».
La Fiscalía pide para el agente acusado una pena de cuatro años de cárcel y 24 meses de multa con una cuota diaria de 16 euros, además de una inhabilitación especial para el cargo de mosso durante el tiempo de la condena.
También solicita que el acusado pague una indemnización de 10.000 a cada una de las 17 agentes afectadas un total de 170.000 euros en concepto de daños morales, y señala a la Generalitat como responsable civil subsidiaria.
El ministerio público considera que los hechos pueden ser constitutivos de 17 delitos de descubrimiento y revelación de secretos en su modalidad de utilización de artificios técnicos de grabación o reproducción de la imagen.
Las Guardias Civiles fueron pilladas mientras se cambiaban de ropa
A través de la cámara, se grabaron imágenes de las agentes mientras «se cambiaban de ropa, pudiendo observarse a algunas de ellas en dichas imágenes en ropa interior y mostrando diversas partes de su anatomía corporal».
La tarjeta de memoria de la cámara que intervinieron contenía 45 archivos de imagen del vestuario femenino, 18 de los cuales mostraban a las agentes mientras se cambiaban. En la casa del acusado también hallaron un vídeo grabado con un móvil con imágenes de diversas agentes de los Mossos mientras se cambiaban de ropa en el mismo vestuario.