Avilés sufría en el día de ayer uno de sus peores momentos. Cinco personas fallecían a causa de en un accidente de tráfico de un autobús en la AI-81. En la colisión del autobús, por causas que se desconocen, han resultado heridas 16 personas.
Tras las investigaciones, la Guardia Civil de Tráfico ha llegado a la conclusión de que el exceso de velocidad no fue la causa que desencadenó el accidente del autobús del lunes pese a que superaba en unos 20 kilómetros por hora el límite de 70.
Las investigaciones consideran que la falta de reacción del conductor, que en ningún momento intentó frenar o enderezar el rumbo, es la clave para determinar el desencadenante del siniestro que se cobró cinco vidas y dejó heridas a quince personas.
Hasta que los investigadores puedan entrevistarse con el conductor y los facultativos emitan un informe médico para tratar de determinar si sufrió un desvanecimiento, los trabajos se centran en la lectura del tacógrafo y en la reconstrucción del accidente.
Pero eso no será pronto, ya que el conductor, un hombre, de 40 años y con siete años de antigüedad en la empresa, permanece aún ingresado en estado crítico en la UCI del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) tras ser intervenido ayer quirúrgicamente.