La desaparición de la vecina tinetense Felisa Parrondo Gayo, el pasado sábado 11 de agosto, se resolvió ayer con el peor de los desenlaces posibles. A primera hora de la tarde encontraban su cuerpo sin vida en las instalaciones abandonadas de un antiguo lavadero de una mina de carbón situado en las inmediaciones de la localidad tinetense de El Rodical, situada en el margen de la carretera regional AS-214, que comunica el cruce de La Florida con la villa tinetense.
Su coche, con el que había sido vista por última vez saliendo la tarde del sábado de su pueblo, Las Tabiernas, estaba estacionado en una zona de aparcamiento del complejo abandonado, mientras que su cuerpo se halló en una zona poco accesible de la instalación, que solo se mantiene en pie en parte.
Fuentes cercanas al suceso indican que todo apunta a que puede tratarse de un suicidio y que el cuerpo fue encontrado en un estado avanzado de descomposición. Una hipótesis que no será confirmada previsiblemente hasta mañana, cuando se espera que se le realice la autopsia.