Sergio Soler, el ‘youtuber’ conocido como “Mr Granbomba”, ha sido exculpado hoy por la Audiencia Provincial de Alicante. Se le atribuía un delito de injurias graves con publicidad por llamar ‘caranchoa’ a un repartidor.
El fallo justifica la absolución, entre otras razones, porque esa expresión no figura en el diccionario de la Real Academia Española(RAE). El vídeo, colgado en el portal Youtube por él mismo, se hizo viral al instante.
El mensajero, Ricardo Osorio, tuvo que pagar 30 euros de multa por un delito leve de lesiones
“Mr. Granbomba” se dedicaba a la grabación de bromas con cámara oculta que luego subía a su canal de Youtube. En diciembre de 2016, en Alicante, abordó a un repartidor de paquetería y, mientras le preguntaba por una dirección, le llamó “caranchoa”. El mensajero, Ricardo Osorio, le respondió con una bofetada y, a partir de ahí la escena inundó de todo tipo de opiniones las redes sociales. Al trabajador, se le acusó de un delito leve de lesiones y tuvo que pagar 30 euros de multa.
Entonces, Osorio decidió querellarse contra el agredido por un delito de injurias graves con publicidad.
La titular del Juzgado de Instrucción 9 de Alicante, María Luisa Carrascosa, admitió a trámite la querella y procesó a Soler. El pasado mes de mayo abrió un juicio oral y le impuso al ‘youtuber’ una fianza de medio millón de euros. Esa sentencia ha sido hoy revocada por la Audiencia Provincial de Alicante, que no considera delictiva la actuación de Soler e insta al querellante a acudir a la vía civil.
La magistrada Ana Hoyos, ponente de la resolución, ha estimado el recurso de apelación de ‘youtuber’. Además, ha decretado el sobreseimiento libre de las actuaciones y ha considerado que “caranchoa”, la expresión utilizada por el querellado, “no tiene la gravedad suficiente para ser constitutiva de infracción penal”. De hecho, el fallo precisa que “no tiene la entidad de ser graduada como injuria grave, a tenor de lo dispuesto en el artículo 208 del Código Penal, siendo un término inexistente en el diccionario de la Real Academia de la Lengua”.
El abogado del mensajero, Carlos Frígola, ha asegurado que la resolución “deja sin pronunciamiento muchas cuestiones relevantes” de la querella y que piensa solicitar una aclaración, ya que, según él, “no pueden quedar impunes penalmente”. El letrado, además, no descarta incluso pedir el amparo del Tribunal Constitucional.