El engaño del ‘estafador de Barajas‘ consistía en acercarse a los viajeros simulando estar en un apuroy asegurando llegar tarde al trabajo, para así poder jugar con la bondad de la gente que le prestaba su ayuda. Es entonces cuando les pedía dinero «para echar gasolina».
El estafador se ganaba la confianza de los afectados enseñándoles su DNI o facilitándoles su número de teléfono para poder estar en contacto. Lleva acumulando estafas durante 3 años, haciéndose con un gran botín.
Finalmente, mostraba su sentimiento de culpabilidad enviando audios a los perjudicados.