El hombre que anoche mataba de un disparo a otro en la localidad vallisoletana de Santovenia de Pisuerga (apodado «El Chiqui») y que desde entonces estaba atrincherado en su casa, ha disparado en la cabeza a un integrante de la Unidad Especial que trataba de reconducir la situación
El hombre que atrincherado en una vivienda en Santovenia del Pisuerga (Valladolid) con un rifle y al menos un rehén y que presuntamente ha asesinado a una persona esta madrugada se llama Pablo, es conocido como El Chiqui y tiene antecedentes penales. El Chiqui se ha entregado a la Guardia Civil a primera hora de la tarde tras más de trece horas atrincherado.
El Chiqui, tras el primer asesinato, se había atrincherado en su domicilio, en la confluencia de las calles Alfredo Martín y Marqués de San Felices de Santovenia de Pisuerga, reteniendo a su yerno como rehén, que ha sido liberado en perfecto estado.
Ante la gravedad de los hechos, agentes de la Unidad Especial de Intervención de la Guardia Civil (UEI), se desplegaron en torno al domicilio y lo acordonaron para intentar detener al individuo, que finalmente se ha entregado pasadas las dos de la tarde, según fuentes de la Subdelegación del Gobierno.
El teniente coronel es responsable de la misma unidad que hoy hace 25 años liberó al funcionario de prisiones José Antonio Ortega Lara de su secuestro a manos de la banda terrorista ETA.
Horas antes el hombre disparó también a un teniente coronel de la Guardia Civil, jefe de esta unidad de élite, que fue trasladado al Hospital Clínico de Valladolid donde ha sido operado y se mantiene en una delicada situación crítica.
Fuentes de la Subdelegación del Gobierno han informado que, sobre las dos de la tarde y tras la mediación de un familiar, el agresor se ha entregado; el rehén, que no ha sufrido heridas, había sido liberado una hora antes.
El guardia civil herido es el teniente coronel Pedro Alfonso Casado, leonés de 50 años, jefe de la Unidad Especial de Intervención (UEI), la unidad de élite de la Guardia Civil), que se había desplazado desde Madrid horas antes para atender el suceso.
Sobre las ocho de la mañana el teniente coronel ha intentado acceder a la vivienda en la que estaba atrincherado el agresor: ha llamado al timbre y en ese momento el hombre ha salido y sin mediar palabra le ha disparado un tiro en la cabeza.
El motivo de la disputa
El enfrentamiento comenzó unas horas antes de que El Chiqui empuñara el rifle y disparara a Dionisio, cuando ambas familias tuvieron un enfrentamiento a golpes. Según la familia del fallecido, eran ocho contra dos, que resultaron heridos.
Dionisio tuvo que acudir a urgencias al hospital para ser atendido y a su regreso, ya de madrugada, se encontró con que El Chiqui lo esperaba con un arma.
Tras acabar presuntamente con la vida de Dionisio, el agresor se atrincheró en la vivienda del novio de una de sus dos hijas, un piso en un bajo. Según explican vecinos de la localidad a elmundo.es, en la zona hay varios pisos okupas y El Chiqui y su familia vivirían en uno de ellos.
Carolina, la viuda del hombre asesinado, llegó corriendo a primera hora de la mañana a la zona acordonada y se sentó en un banco de la calle, llorando, recibiendo el consuelo de varios vecinos y esperando noticias de la Guardia Civil. “Nadie puede decir que era mala persona, todo el mundo lo quería, siempre estaba con bromas y se lo tomaba todo a guasa.
No he podido ni verlo, ni darle un beso en caliente”, contaba la mujer recordando a su difunto marido, de nombre Dionisio. “La riña viene por una disputa anterior, él decía que yo le había pinchado unas ruedas del coche”, añadía entre lágrimas.
Poco después ha llegado también un hermano de la víctima, gritando: “¡Es mi hermano, es mi hermano!”. El atacante y el fallecido ―que, según ha contado el suegro de la víctima, vivían en ese mismo bloque de viviendas, uno en la primera planta y otro en la tercera― eran amigos desde la infancia, según los vecinos, pero se habían alejado con el tiempo.