La Policía Nacional ha detenido a siete personas e imputado a otras tres por intercambiar pornografía infantil a través de diferentes servicios de Internet. Tres de los arrestados tenían antecedentes previos por delitos relacionados con corrupción de menores y abuso sexual.
Uno de ellos había almacenado fotografías de tres niños desnudos menores de diez años, obtenidas sin el consentimiento de los mismos, siendo dos de ellos hijos de su padrastro y reconociendo su atracción sexual hacia ellos.
Los policías especializados en este tipo delictivo llevan colaborando activamente desde hace muchos años con distintos países en el intercambio mutuo de información. Como consecuencia de esta colaboración, se recibió información procedente del cuerpo policial de los Estados Unidos de América HSI (Homeland Security Investigations) acerca de diversas personas que habrían compartido pornografía infantil a través de internet. Tras practicar las gestiones destinadas a la localización de los distintos investigados en España, se obtuvo la identidad de los mismos y se constató que estaban repartidos por distintos puntos de la geografía española.
Uno de ellos almacenaba material pedófilo en carpetas ocultas
En Andalucía fueron detenidas tres personas. El primero un joven de 25 años de la provincia de Almería que fue sorprendido tratando de eliminar archivos de pornografía infantil que almacenaba en su ordenador. Según indicó lo compartía con otros usuarios para obtener créditos por las descargas y poder cambiarlos por dinero en un futuro.
En Las Palmas de Gran Canaria se detuvo a un hombre de 32 años, reincidente por delitos relacionados con la pornografía infantil y con una prohibición de desarrollar actividades relacionadas con menores durante cinco años. Además manifestó a los agentes que se había creado una cuenta en redes sociales exclusivamente para compartir y obtener pornografía infantil ya que no había podido resistir sus impulsos.
En Madrid se detuvo a los tres últimos investigados. El primero, de origen boliviano, descargaba los archivos de distintas webs pedófilas para distribuirlas entre sus conocidos para incitarles a consumir este material mediante plataformas de vídeo en streaming. El segundo, un español de 53 años, fue sometido a un estricto control policial una vez identificado debido a sus antecedentes por abusos sexuales de menores; siendo finalmente registrado su domicilio donde se encontró un elevado número de archivos relacionados con la pornografía infantil. Además se pudo comprobar que contactaba con un elevado número de menores de edad extranjeras a las que solicitaba material de tipo sexual, por lo que se han iniciado los cauces de cooperación internacional para averiguar la identidad de las presuntas víctimas.
El último de ellos, de 20 años, almacenaba en la nube cientos de archivos debido a que ya no disponía de espacio en sus terminales informáticos por la enorme cantidad que contenían. En estos, se hallaron varios archivos en los que menores de muy escasa edad eran sometidos a prácticas sexuales especialmente degradantes, habiendo evolucionado en los últimos meses hacia la búsqueda de estos contenidos en la red oscura en busca de archivos cada vez más extremos.