Una pareja, que residía en el centro con sus hijas de colegio concertado, traficaban en su domicilio
Sin oficio declarado ni rentas constatadas el cabeza de familia llevaba un cómodo nivel de vida en el centro de León. Reside en un céntrico piso con su pareja y sus dos hijas, ambas menores acuden a un centro concertado de la capital. La mujer trabaja para un tercero además de dedicarse junto a su pareja al tráfico de drogas en su propia vivienda.
Ambos han sido detenidos por agentes de la Policía Nacional como presuntos autores de un delito contra la salud pública, trafico de drogas. Las quejas vecinales provocaron el inicio de la investigación. Los vecinos se quejaban del continuo «trasiego de personas» que entraban y salían.
Al varón le constaban diversos antecedentes policiales por hechos similares, y había estado relacionado con otras operaciones anteriores de desmantelación de tráfico de sustancia estupefaciente, si bien no había podido ser implicado. Tras las investigaciones se comprobó que ambos se trasladaban en patinete eléctrico y en un coche para realizar los intercambios de sustancia estupefaciente.
Durante la investigación en curso se certificaron diversos pases, en alguno de ellos se pudo identificar también al comprador e intervenir la sustancia adquirida, en otros se comprobó fehacientemente que la mujer utilizando el patinete se trasladaba a un lugar concretado previamente y entregaba la mercancía. En ocasiones esta misma mujer realizaba las operaciones trasladándose en el vehículo de su propiedad.
Cuando el intercambio se producía en el domicilio, se cree que en muchas de las ocasiones, para evitar miradas indiscretas, el intercambio se producía en las proximidades, primero se realizaba el pago del encargo, y uno de los moradores subía al inmueble en donde recogía la sustancia bajándola y entregándola ya preparada.
Por todo ello y con todas las evidencias de la actividad delictiva, se solicitó al Juzgado de Instrucción de Guardia, autorización para realizar una entrada y registro del inmueble, ya que se intuía que en el interior, habría sustancia estupefaciente preparada para el menudeo.
El pasado viernes, se decidió efectuar el registro en el piso, con apoyo de guías caninos especializados en la búsqueda de este tipo de sustancias. En el domicilio se incautaron un total de121 bolsitas de plástico con cocaína preparadas para su venta, que arrojaron un peso total de 102 gramos, 10.430 euros en billetes pequeños, una báscula de precisión y numerosas joyas.
Además se intervinieron el patinete eléctrico y el vehículo medios con los que se movían cuando realizaban la actividad delictiva. Esta detención y desmantelación del piso da por desactivado un punto negro de venta de estupefacientes restaurando la sensación de seguridad de los vecinos del inmueble. Una vez finalizadas las diligencias los detenidos han sido puestos a disposición judicial decretando el Juez su ingreso en prisión.