Una fachada de dos metros ha sufrido un gran desprendimiento afectando a varios vehículos estacionados
La tarde del lunes, en la localidad vallisoletana de Laguna de Duero, se produjo un desprendimiento de dos metros de fachada en la intersección de las calles Ebro y Miño, lo que generó un gran estruendo y afectó a varios vehículos estacionados en la vía. El incidente ocurrió hacia las 14:45 horas y, aunque no hubo heridos, dejó la calle cubierta de cascotes y ladrillos procedentes de un bajo del edificio.
Al lugar del suceso acudieron rápidamente los bomberos, quienes realizaron una inspección detallada para evaluar el riesgo de nuevos derrumbes. Desde el servicio de emergencias 112 han señalado que la zona continúa bajo vigilancia, ya que se investigan las causas del desprendimiento y se valoran medidas preventivas para evitar que el problema afecte otras áreas del edificio.
Vecinos de la zona expresaron su preocupación por la situación y agradecieron que no hubiera peatones en el momento del desprendimiento. Las autoridades municipales también fueron informadas, y se prevé que se tomen medidas para asegurar el área afectada y evitar posibles incidentes futuros.