El gobierno de Australia investiga el misterio de las agujas de coser escondidas en fresas, que ya han causado un herido y han generado alarma en ese país.
Se han detectado canastos de fresas con agujas en seis estados y territorios australianos. En uno de ellos, un hombre tuvo que ser atendido en el hospital tras haberse comido una de las frutas.
Varias marcas han sido retiradas del mercado y los grandes almacenes de Nueva Zelanda dejaron de vender fresas australianas como precaución.
El ministro de Salud de Australia, Greg Hunt, ordenó a la Autoridad de Seguridad Alimenticia de Australia y Nueva Zelanda investigar el asunto.
«Este es un crimen muy malicioso y es un ataque general al público», dijo. Las autoridades locales también indagan estos incidentes, pero todavía no se han identificado sospechosos.
El gobierno del Estado de Queensland ofreció una recompensa de US$72.000 a quien aporte información.
«¿Cómo puede alguien sensato querer poner en riesgo la salud de un bebé, un niño o cualquier persona con un acto tan espantoso?», se preguntó el sábado la máxima autoridad de Queensland, Annastacia Palaszczuk.
El jueves, la Asociación de Agricultores de Fresas de Queensland aseguró que las agujas pueden haber sido puestas en las frutas por un «empleado disgustado«. Sin embargo, la policía afirmó que aún es muy temprano para especular.
Al menos seis marcas se han visto envueltas en este escándalo: Berry Obsession, Berry Licious, Love Berry, Donnybrook Berries, Delightful Strawberries y Oasis.