Parece que lo que se dice de que “La justicia no es igual para todos” no sólo se cumple en España, sino también en Reino Unido, como recoge Mail Online.
Lavinia Woodward, una estudiante sobresaliente de la Universidad de Oxford, acuchilló a su novio en la pierna, luego le golpeó en la cabeza con un pomo de vidrio, le dio un puñetazo en la cara y le arrojó un ordenador portátil y todo porque él le contó a la madre que tenía problemas de adicción.
En nuestro país, un Juez condenaría a la joven entre un mínimo de seis meses a tres años de prisión, y en el Reino Unido de dos a cinco años.
Pero Ian Pringle, el Juez que lleva su caso, ha considerado que la carrera de medicina de Lavinia es más importante que pagar con prisión el intento de homicidio de su novio.
En declaraciones al periódico The Sun, el Juez ha asegurado que: “Me parece que esta situación ha sido extraordinaria, sin precedentes. Evitar que esta brillante joven pueda continuar con su carrera me parece un castigo demasiado severo. Lo que ha hecho siempre lo llevará en su conciencia, y normalmente acarrearía una pena de cárcel, pero esta vez no”.
Por su parte, el abogado de la joven explicó que su clienta había sufrido abusos por parte de una pareja anterior: “Los sueños de mi cliente de convertirse en un cirujano serán casi imposibles de cumplir si se le condena a prisión. Ella tuvo una vida muy turbulenta y sufrió abusos por un novio anterior y por eso actuó de esta forma”.