Una cabeza que no aparecía
A 200 metros de su vivienda y de donde apareció el cadáver decapitado de la mujer. La cabeza de Soledad, así se llamaba la víctima, ha aparecido en una zona de matorrales muy próxima a su vivienda. Un vecino, alertado por el fuerte olor a descompuesto, avisó a la Policía Local que encontró la cabeza de la mujer en una bolsa.
Un gesto de «ira» y «rabia» expresan los expertos que analizan el macabro caso del asesinato y posterior suicidio en Soto del Real en Madrid.
La pareja se encontraba en trámites de separación, pero no existían denuncias previas. Él policía local jubilado, ella profesora retirada. Una historia con un macabro fin.