El cono del volcán de Fuego de Guatemala ha vuelto a escupir rocas, ceniza y gases pocas horas después de la violenta erupción registrada este domingo, que ha dejado al menos 69 muertos y más de 1,7 millones de afectados, según el último balance de las autoridades guatemaltecas, que siguen buscando supervivientes en la zona. Pero sólo 13 de los supervivientes han sido identificados.
El volcán de Fuego, situado a 35 kilómetros al suroeste de Guatemala, la capital, es un cono volcánico que alcanza los 3.763 metros de altura y que entró en erupción este domingo durante 16 horas, arrasando varias aldeas ubicadas en las cercanías y obligando a la evacuación de miles de personas.
La erupción fue tan violenta que la columna de cenizas expulsadas llegó a 2.200 metros de altura por encima del cráter, según elInstituto Nacional de Vulcanología, que, aunque ha dado la erupción por terminada y cree que el volcán está volviendo a la normalidad, avisa de que «es posible que se reactive»en las próximas horas.
El volcán ha vuelto a expulsar este lunes flujo piroclástico, una mezcla de gases, material sólido y aire comprimido que se mueve al nivel del suelo, en las inmediaciones de El Rodeo, la localidad más afectada, por lo que se sigue evacuando a la población de las inmediaciones.