Con una dificultad media-baja, la Cascada de la Fervencia en Foncebadón, techo del Camino De Santiago, es una opción genial para pasar cualquier día en al aire libre.
Esta ruta de la Fervencia es muy bonita y emblemática, porque se sale desde Foncebadón, pueblo de la maragatería (León) donde existe un restaurante medieval que seguro te va a encantar.
Es un paseo asequible, de unas 3 horas, no muy conocido y precioso; te adentrarás en plena naturaleza, hasta dar con el llamado Prado de la Molina, entre cuatro valles fluviales que convergen en un mismo cauce.
La distancia es muy asequible para todo el mundo y un desnivel aceptable. Qué duda tiene que aquí lo duro es la vuelta en la que en algo más de dos kilómetros ascenderemos 400 metros de desnivel. Alguno sufrirá más de la cuenta en el regreso. Si es época de lluvia el camino de regreso estará completamente embarrado.
Y un poco más adelante llega lo mejor, el colofón a la ruta, la cascada de la Fervencia, producido al encontrarse dicho cauce, el arrollo de La Molina, con un desnivel de unos cuantos metros.
Os aseguramos que el rincón es para foto, y hasta os podéis dar un pequeño baño en la poza generada por el golpear del agua.
El itinerario de la ruta de la Cascada de la Fervencia no es muy complicado.
Patrimonio medioambiental
La ruta se desarrolla a trozos por pista, y la mayoría por sendero, adentrándose por bosques de pino, roble y algún avellano, y con el agua siempre muy presente (sin llegar a tener que cruzar ningún río considerable; son todos los pequeños arroyos que van a desembocar a la cascada).
La ruta
Lo primero es llegar a Foncebadón, por la carretera LE-142. Al llegar a la entrada del pueblo, verás unas antenas grandes, desde ahí sale la ruta. A continuación dejamos los pasos más detallados y sus datos básicos.
La Cascada de la Fervencia está situada cerca del pueblo de Foncebadón, a su vez perteneciente al término municipal de Santa Colomba de Somoza, comarca de la Maragatería, provincia de León.
La Fervencia se encuentra al final de un profundo valle, que se ve desde Foncebadón, en el que, unos metros antes del conocido como Prado de la Molina (en tiempos había un molino, del que aún quedan vestigios) confluyen varios arroyos, dando lugar al río de La Molina y este precioso salto de agua.
Comenzar a caminar
Tomaremos la carretera LE-142 en sentido Astorga, hacia el este. En seguida veremos una pista que sale a la izquierda que tenemos que coger.
Pista y desvío
La pista transcurre entre pino de repoblación y algún abedul que intenta resistir a la invasión como puede. La seguiremos durante algo más de dos kilómetros y medio desde que abandonamos la carretera. Poco hay que reseñar de este tramo.
A los dos kilómetros y medio de comenzar la pista veremos un cartel que pone «Cascada de la Fervencia». ¿Sabéis qué significa fervencia por esa zona? Pues cascada. Fervencia viene de hervir. Hace referencia al efecto que produce el agua cuando cae haciendo que parezca que hierve.
Siguiendo las indicaciones del cartel comenzaremos a bajar buscando el arroyo de la Molina según los mapas, aunque mucho nos tememos que, al haber otro arroyo de la Molina, por el que después regresaremos, éste tome otro nombre. Al principio, el camino transcurre entre urces (brezo) que en primavera estarán llenos de flores. Después tendremos que ir junto al arroyo. Si es época de lluvia puede que nos mojemos un poco. Nada importante.
Una vez que lleguemos abajo veremos el cartel explicativo de la zona. Hay que cruzar el río que atraviesa el camino y girar a la derecha. No tiene pérdida. La cascada se oye por lo que no será difícil dar con ella.
Datos básicos:
- Distancia: 8 kilómetros
- Tiempo: unas 4 horas
- Salida: Foncebadón
- Dificultad: Baja-Media
- Época recomendada: todo el año (menos si nieva)
Itinerario:
- Desde La Taberna de Gaia sigue la carretera dirección Astorga
- Toma el primer desvío a mano izquierda y continúa por la pista forestal
- Tras unos metros verás dos torres de alta tensión. Si te fijas, en una de ellas encontrarás indicación de por dónde seguir hacia la cascada. Desvíate hacia donde te indica y continúa (puede que tengas que pasar una pequeña valla; a veces está puesta y a veces no).
- Empezarás a bajar y encontrarás el Arroyo de la Molina. No te extrañes si no ves un sendero muy marcado. Sigue por donde lo veas más fácil, sin dejar de escuchar el río.
- Llegarás a un hito. Sigue por el margen derecho del arroyo, ya por un sendero más marcado (en algún momento el sendero te llevará a cambiar al margen izquierdo)
- Llegarás a una zona despejada, el Prado de la Molina, y ya escucharás perfectamente la cascada. Sigue el rumor del agua y tras una pequeña bajada darás con ella.
Perfil
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