Muy cerca de León se esconde un pequeño pueblo de original nombre cargado de leyendas. Se trata de Orzonaga, un emblemático pueblo que esconde un valle arbolado con un impresionante hayedo. Un espectacular paisaje que en época otoñal explota en una hermosa paleta de colores.
Pueblo de singular nombre
Además del indescriptible paisaje que rodea Orzonaga la localidad es digna de merecer un paseo. Aquí se puede admirar la belleza de la arquitectura tradicional leonesa y la esencia del que en su día fue un pueblo minero. Hay casas restauradas y cuidadas, también es destacable la decoración de algunos patios y entradas que hacen «de cuento» el paseo.
Una de las joyas de este paraje leonés es su Faedo (hayedo). La ruta comienza con una fuerte pendiente pero luego es muy asequible. Hay que buscar el cartel donde señaliza ‘La Mata del Té’ para comenzar este bonito paseo otoñal. Después de acabar la subida y admirar las vistas seguimos caminando hacia el oeste para tomar el hayedo desde la parte superior.
Un faedo de cuento
En esta zona se pueden ver ovejas, corzos y perdices y cuenta la leyenda que un elefante también se perdió en estos lares. De hecho, el elefante es todo un símbolo en el pueblo que presume de tener una fauna de lo más singular.
Al final de esta collera alta nos adentramos en las primeras hayas que toman el relevo al roble. Caminamos por este faedo que, aunque no es muy extenso, si destaca en su belleza.
Por el camino podemos disfrutar de algunos restos de la industria minera y los tiempos de gloria.