Se derrumba el ala oeste del Castillo de Alcuetas

El lienzo oeste de Castillo de Alcuetas se ha derrumbado íntegramente debido al gran vendaval y la lluvia ocasionados por las tormentas de las noches de 9 y 10 de marzo. Según ha anunciado Promonumenta en nota de prensa «con el cuadrilátero abierto y sin anclaje a los muros norte y sur, pronto podrán verse en el suelo los tres lienzos y el cubo que todavía quedan de pie«.

La fortaleza está declarada Bien de Interés Cultural desde 1949, fecha del siglo XVI y ha resistido durante quinientos años a pesar de los daños causados por el abandono.

Promonumenta llevaba años denunciando el estado de abandono del castillo y hace una semana había vuelto a hacerlo junto al Delegado Territorial y a la Jefa del Servicio de Cultura de la Junta de León pidiendo que alguna actuación fuese incluida entre las previsiones para el año en curso.

Por su parte, el Ayuntamiento de Villabraz, al cual pertenece Alcuetas, también presentó una solicitud, junto con un proyecto de restauración, al concurso convocado por la Diputación para este año, todavía pendiente rede resolver, aunque esta actuación debe considerarse como un apoyo a quien es el verdadero responsable, según Promunumenta, la Junta de Castilla y León.

Promonumenta señala que, aunque hay riesgo de derrumbe de los otros tres lienzos y del cubo noroeste, todavía se puede salvar lo que queda si se toman medidas para ello.

HISTORIA Y CARACTERÍSTICAS DEL CASTILLO DE ALCUETAS

Es castillo de Alcuetas, también llamado Palacio de los Marqueses de Villasinda, fue construido posiblemente a principios del siglo XVI y declarado Monumento Nacional el 22 de abril de 1949. En tiempos de Carlos V fue señora de la villa y del castillo María Cabeza de Vaca, casada con Alonso Enríquez de Acuña, hijo de Juan de Acuña y Portugal, tercer conde de Valencia de Don Juan. Más tarde pasó a manos del marqués de Villasinda, de la rama de los Quiñones, cuya casa solariega se halla en la calle Ancha de León, esquina con la del Cid.

Constaba de cuatro lienzos y dos cubos cilíndricos (algunos estudiosos dicen que tres) en esquinas opuestas (noreste y suroeste) para defensa de los flancos laterales. En algún momento se añadió, a partir de la esquina sureste, un caserón de gran fortaleza para palacio del marqués de Villasinda.

En momentos indeterminados había ya perdido uno de sus cubos, sus lienzos se habían ido desmochando y sus estancias interiores derrumbando.