Los Bomberos de Ponferrada han procedido este jueves a la retirada de dos nidos de la oruga procesionaria de un árbol ubicado en el Colegio La Cogolla.
Para ello, los bomberos utilizaron un camión escalera. Además del equipamiento especial de guantes y traje para evitar ser infectados por la procesionaria.
A pesar de su aspecto frágil, la procesionaria puede resultar muy molesta para las personas, pero sobre todo letal para los perros; «también gatos y cualquier mascota que salga al exterior».
El peligro en el Colegio La Cogolla de Ponferrada con la procesionaria
La thaumetopoea pityocampa, comunmente conocida como procesionaria del pino, es un insecto que en su fase de mariposa deposita los huevos en este tipo de árboles. Las larvas permanecen protegidas en bolsas hasta febrero o marzo, en que descienden y se entierran para pupar; en julio salen las mariposas adultas y retoman el ciclo. Así lo describe el área de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Madrid en su web.
Pero es en ese periodo de descenso de los pinos donde reside el peligro, puesto que las orugas tienen un mecanismo de defensa por medio de unos pelos muy urticantes en las personas, sobre todo las alérgicas, pero que para los animales puede ser motivo de muerte en cuestión de poco tiempo. El nombre hace alusión al modo en que descienden de los árboles, en fila una tras otra como en una procesión.