Los violadores y agresores sexuales tiene privilegios por encima de otros presos
Actualmente, en la comunidad de Castilla y León hay un total de 7 Centros Penitenciarios y 4 Centros de Inserción Social, entre los que se encuentra el Centro Penitenciario de Mansilla de las Mulas, que tiene una media aproximada de 730 presos; aunque ha habido momentos en los que ha albergado hasta más de 800 personas, puesto que su capacidad máxima ronda las 1.008 celdas.
Si bien, hay muchos tipos de delitos que conllevan acabar bajo rejas, los presos de este centro se han quejado de una latente discriminación, en la que aquellos con delitos de agresión sexual o violación, disponen de mayores privilegios que por robo u otros casos.
Cabe destacar que por el sistema de estos lugares, las personas disponen de una serie de tareas, así como de espacios reservados, que podrán utilizar según su conducta. Por ejemplo, cuentan con un polideportivo exterior común con instalaciones deportivas como un gimnasio dotado con bicicletas, pesas y otros materiales. Asimismo, los trabajos como la limpieza o la distribución de comida están remunerados, siendo actividades muy valoradas y a las que muchos alegan que están destinadas a los violadores, proveyéndoles de unos privilegios muy injustos.
Tras la Ley del Solo Sí es Sí, tanto los violadores como los agresores sexuales se han aprovechado de esta reforma, denotando una gran diferencia con el resto de los presos, por lo que ante tal imparcialidad, los propios compañeros han decidido denunciar estos tratos de favoritismo y exigen que se regule de alguna forma. No obstante, los violadores eran delincuentes que antaño eran discriminados por los demás, pero ha habido un gran cambio después de que estos hayan tomado la iniciativa de ser los vigilantes internos, sobre todo si se convierten en confidentes de los guardias.