Los parques naturales son espacios naturales protegidos por sus paisajes
La provincia de León cuenta con numerosos Espacios Naturales protegidos, entornos con mucha riqueza paisajística, con flora y fauna características y autóctonas que han logrado la catalogación de Parques Nacionales, Regional, Monumento Natural o Reserva de la Biosfera.
En los paisajes de León podemos ver montañas, valles, ríos y lagunas, hábitats imprescindibles para la supervivencia de especies en peligro de extinción, deslumbrantes fenómenos kársticos y bosques de ensueño. Esta es la provincia que cuenta con la mayor concentración de Reservas de la Biosfera de Europa. Recorrer estas reservas es un placer que cautiva la vista y limpia los pulmones con aire puro.
Los Picos de Europa están situados entre León, Asturias y Cantabria y son el macizo calizo principal de la Europa Atlántica con 64.660 hectáreas, de las cuales 24.719 corresponden a la provincia de León, en concreto el municipio de Oseja de Sajambre y Posada de Valdeón, El Parque engloba tres macizos bien diferenciados, el occidental o los delimitados por espectaculares desfiladeros, simas que llegan a más de 1.000 m, mostrando un relieve escarpado con diferencias de cota entre las cumbres y los valles que llegan hasta los 2.500 m. La fauna es muy variada entre sus riscos habita el rebeco, en los tupidos bosques los corzos, lobos y presencia ocasional de algún oso. En el Parque habitan más de 100 especies de aves, entre las que destacan el pito negro y el urogallo, y entre las grandes rapaces el buitre leonado y el águila real. Pero aquí hay mucho más paisaje, hay siglos de historia escritos en los pueblos, en los valles, en las iglesias, en las cabañas de los puertos y en sus caminos. Los hayedos son el bosque principal, entremezclándose con ellos crecen los acebos y los castaños, que ocupan los valles reverdecidos, los tejos que crecen en los barrancos umbríos y los robles, que ascienden por las laderas de sus montañas descarnadas. El abedul está representado por bosque que forman el límite natura de los hayedos silíceos de la zona.
En el Bierzo al noroeste de los montes Aquilanos y junto al valle del río Sil, están Las Médulas un fantástico paisaje que es resultado de las explotaciones auríferas romanas. Es la mina de oro más grande excavada por los romanos en todo su imperio. Los 300 millones de metros cúbicos de tierra extraídos para el lavado del mineral han configurado con el paso del tiempo y la erosión uno de los parajes históricos-arqueológicos con más valor y belleza de España. El relieve de las Médulas tiene su origen en el sistema empleado para la explotación del oro: el ruina montium. El procedimiento debía de ser muy rentable, pues se calcula que los romanos extrajeron de Las Médulas 800.000 kilos de oro. Esta zona se caracteriza por su clima mediterráneo con mucha influencia atlántica. El matorral a base de aulagas, escobas, jaras, retamas, de los incendios provocados o no. Dentro de los ecosistemas forestales existe una gran variedad que v desde los bosques de ribera a encinares y rebollares, con algunos pies de alcornoque dispersos, constituyéndose este área en uno de los puntos más septentrionales de la especie. Pero en todo el territorio el hombre ya ha transformado profundamente el medio. La bonanza del clima permite diversos árboles frutales en las cercanías de los núcleos de población. Entre la fauna que nos podemos encontrar destaca el conejo, la liebre y sobre todo especies de reptiles. Los bosques de ribera poseen una fauna muy variada y rica formada por comunidades de aves insectívoras. En el resto de las formaciones arbóreas aparecen diversas especies como el jabalí, la gineta, el tejón, el lirón careto, cárabo, azor, gavilán, paloma torcaz, etc…
El Espacio Natural de las Hoces de Vegacervera son un paisaje natural cerca de las cuevas de Valporquero. El río Torío atraviesa un bloque de litología consolidada, formado sobre calizas mesozoicas, produciendo un corte en el mismo de cerca de 500 m de profundidad y una anchura que en la base no sobrepasa los 15 metros, presentando fenómenos asociados a los procesos de disolución superficial del material calcáreo. Todo el bloque calizo presenta los procesos de disolución dándose en profundidad toda la gama de formaciones subterráneas de estos ambientes Kársticos. La vegetación de la zona está compuesta por una mezcla de herbáceas y matorrales típicos de pendientes rocosas calcícolas de formas almohadillas. En la meseta situada a los lados de las hoces se observan pastizales secos con matorrales de aliagas y enebros rastreros. En las laderas del macizo que domina la mayor parte del Espacio se encuentran masas de monte bajo de roble al sur y de haya al norte. En el fondo del valle reseñar la presencia del bosque galería formado por sauces y álamos.
La Sierra de los Ancares es un territorio de los Ancares leoneses se extiende a través de 67.280 hectáreas de terreno. Está compartido entre las provincias de León y Lugo. Los Ancares leoneses son conocidos por que son la sierra más importante que cruza el Camino Francés a Santiago de Compostela. En el año 2006 fue uno de los espacios de España declarado como Reserva de la Biosfera por la Unesco. Los Ancares son un paraje montañoso que presenta sus mayores alturas en los picos Miravalles, Mustallas y Cuiña. También se pueden visitar circos y lagunas de origen glaciar. Estos valles han sufrido un aislamiento histórico a causa de sus dificultades de acceso y el duro clima durante el invierno. Por ello los Ancares son una zona donde se preservan de manera natural los aspectos más tradicionales de las culturas leonesas, gallega y asturiana en forma de pequeñas aldeas y asentamientos. La vegetación varía en función de la altitud. Es decir, los puntos menos elevados de los Ancares leoneses cuentan con una vegetación rica en especies como el rebollo o la encina. Entre la fauna de los Ancares leoneses destacamos el corzo, nutria, lobo, desmán, oso pardo y liebre de piornal. Las aves que pueden observarse más a menudo son las águilas reales y culebreras, el alimoche y el halcón peregrino. Mucho más difícil es llegar a ver un urogallo. Es una de las especies más representativas de los Ancares leoneses.
El Parque Natural de Babia y Luna constituye una excelente representación de los ecosistemas de la Cordillera Cantábrica. Algunas de sus cumbres destacan , desde el punto de vista geomorfológico, ecológico y paisajístico, entre las elevaciones más interesantes de esta cadena montañosa, como el impresionante macizo calizo de Peña Ubiña, el área de Picos Albos y Peña Orniz, o las elevaciones del Alto de la Cañada. Es especialmente destacable el valor y la elevada diversidad de su vegetación motivada por sus grandes variaciones orográficas y litológicas, en la que destacan comunidades de alta montaña, las interesantísimas turberas y humedades o sus singulares sabinares, albares, al tiempo que alberga una rica y singular flora entre la que sobresalen ciertas especies endémicas, algunas de área muy restringida como Saxifraga babiana o Centaurea janeri subsp. Esa variedad vegetal motiva la consiguiente diversidad de biotopos faunísticos y la elevada riqueza en especie de fauna. Entre ellas, destaca la presencia esporádica pero constante del oso pardo cantábrico, para el que este territorio puede constituir una vía de conexión entre individuos de los núcleos oriental y occidental de la población cantábrica. Aunque no es especialmente conocido, su interés ornitológico es asimismo alto, destacando las excelentes poblaciones de aves ligadas a los ambientes alpinos como treparriscos, perdiz, pardilla, acentor, alpino, chova piquigualda o gorrión alpino y una diversidad población de rapaces como el abejero europeo, alimoche, águila culebrera, aguilucho pálido, águila real y halcón peregrino.
El monumento Natural de Lago de Baña está ubicado en el extremo suroccidental de la provincia de León, donde confluyen la Sierra de Mina y la Sierra de la Cabrera, su origen y configuración geomorfológica responden al modelo de la erosión glaciar. Con una superficie de aproximadamente 0,075 kilómetros cuadrados, el lago aparece rodeado de un perfecto circo glaciar, que a su vez está rematando por las altas cumbres de Peña Trevinca y Peña Surbia. Desde el punto de vista geológico destaca la bien conservada y enorme morrena glacial, compuesta por lajas de pizarra que sirve para cerrar este lago en el que tiene sus fuentes uno de los más importantes afluentes del Sil. Hay que destacar la profunda degradación que el hombre ha llevado a cabo sobre toda la Sierra de la Cabrera, no escapando a ella este Espacio. El rebollo, que representa la vegetación clímax es una excepción al común denominador de la degradación, a veces protegida entre los pedregales. Este Monumento Natural presenta botánicamente un interés especial, al tratarse de un enclave de la serie supra-mediterránea orensano-sanabriense de abedul. En efecto la parte occidental del Lago es un denso bosquete de abedules mezclados con tejos, acebos, rebollos, serbales, arándanos, retamas y brezo. En su extremo meridional el bosquete se hace más laxo, con presencia de especies cinegéticas como el corzo, conejo, liebre, perdiz. Las rapaces abundan en la Sierra de la Cabrera, no estando ausentes aquí: ratonero común, águila perdicera, culebrera y real, azor, etc. Abundan los reptiles como las lagartijas serrana y roquera, lagartos como el ocelado, verdinegro o culebras como la bastarda, la de collar y la víbora de Seoane. En estas aguas frías y sin contaminar es abundante la trucha común
El Parque Regional Montaña de Riaño y Mampodre engloba un extenso territorio de alta montaña de la Cordillera Cantábrica, situado en el noroeste de la provincia de León, en las cabeceras de los ríos Esla, Porma y Cea. Toda la zona se caracteriza por un relieve muy abrupto, presentando grandes desniveles. El territorio presenta zonas montañosas y profundos valles fluviales en los que se mantiene bosques de ribera bien conservados. En determinados valles se ubican pequeños cultivos, huertas y los típicos prados de siega. El área incluye interesantes lagos glaciares y dos grandes embalses montañosos. Los hayedos son el bosque principal de Parque Regional. Salpicando a estos, entremezclándose con ellos crecen los acebos, que ocupan los valles reverdecidos; los tejos, que carecen en los barrancos umbríos y los robles, que ascienden por las laderas de sus montañas descarnadas. El abedul está representado por bosques que forman el límite natural de los hayedos silíceos de la zona. En el Parque Regional se encuentran representadas la mayoría de las especies del bosque atlántico. Es un espacio con un elevado interés faunístico. Entre sus riscos habita el rebeco, en los tupidos bosques los corzos y los lobos, con presencia ocasional de osos que siguen visitando estos lares como antaño. En el Parque habitan más de 100 especies de aves, entre las que destacan el urogallo cantábrico, el picamaderos negro, el buitre leonado, el águila real, el alimoche, el mirlo acuático, la perdiz pardilla y el urogallo cantábrico, el picamaderos negro, el buitre leonado, el águila real, el alimoche, el mirlo acuático, la perdiz pardilla y el ocasional quebrantahuesos