Las primeras noticias de explotaciones mineras en la cuenca hullera de Sabero se remontan a 1830, cuando una compañía inglesa inaugura la industria que años más tarde llegaría a ser la más antigua e importante explotación de la zona.
En 1892 se intenta dar salida a los carbones de Sabero a través de la garganta de Oceja, desde la localidad de Olleros de Sabero a La Ercina, estación de enlace con el ferrocarril de La Robla. Sin embargo, hasta 1894 no se decide construir un ferrocarril de vía métrica que transporte el mineral de la cuenca hullera de Sabero.
Ferrocarril que uniría Vegamediana con Cistierna a través del valle del río Esla, para contactar en ese punto con el recién construido ferrocarril de La Robla (inaugurado el 11 de agosto de 1894).
LA LÍNEA.
El ferrocarril de vía métrica de HSA tenía una longitud de 3.177 m. La línea comenzaba en el complejo minero de Vega Madiana, donde están situados los talleres, depósitos, lavaderos-cargaderos, anexos de coquización y las antiguas instalaciones donde se realizaba el trasbordo de mineral del ferrocarril de 0’60 m procedente de Olleros de Sabero. Dejadas atrás estas instalaciones atravesamos el único túnel con el que cuenta el ferrocarril, de 50 metros aproximados de longitud. Paralelo a éste, a su derecha, se encuentra el túnel del ferrocarril de 0’60 m de ancho. A la salida del mismo encontramos la aguja que se dirige al depósito-taller.
Poco después la vía describe una gran curva a la derecha para situarse paralela al río Esla y prosigue por una extensa recta para después girar a la izquierda y cruzar el Esla por el único puente de hierro -cerrado de tablero inferior- que tiene el ferrocarril. Este puente tiene un sólo tramo metálico de 45 m de luz y 90 toneladas de peso; la empresa bibaína Construcciones Metálicas Zorroza llevó a cabo su construcción.