Las altas temperaturas que rodean las montañas y pantanos de nuestra provincia, dejan paisajes desconocidos en esta estación de otoño.
La falta de agua y muy posiblemente nieve en las fechas que se deberían esperar, marcan su huella convirtiendo estas zonas en auténticos espejos del problema a que nos enfrentamos de no llover.
Uno de los desastres naturales con mayor impacto medioambiental, económico y social es la sequía, que implica un aumento de los incendios forestales, una degradación del suelo, y un incremento en la desertificación, además de ocasionar otros importantes daños a la fauna y a la flora.
La Estación de San Isidro registraba esta mañana a las once y un minuto veinticinco grados centígrados.
El Pantano de Porma que en esta época debería lucir por el brillo de sus aguas reflejando las verdes montañas, muestra unas tierras áridas que no definen nuestra provincia por su falta de vida y color.