J.M. CASTRO | SABERO
Después de varios meses de tramitación la centenaria Sociedad de Socorros El Amparo, creada para socorrer a las familias más necesitadas y de apoyo a los trabajadores cuando enfermaban, ha liquidado todos sus bienes, cediendo parte de ellos a la Junta de Castilla y León para su incorporación al Museo de la Siderurgia y la Minería de Castilla y León, y el edificio ubicado en Sabero al Ayuntamiento.
El museo ha sido destinatario de un lote de documentos de gran valor social e histórico relacionados con la propia sociedad y los trabajadores, principalmente mineros que, por accidente laboral y las cargas familiares, tenían que pasar largas temporadas de baja, y entre ellos algunos muy significativos de las tareas sociales de los años difíciles de las décadas de la posguerra civil. Figuran en el lote libros de actos, de contabilidad, de socios, material administrativo y de escritura de la época, escudos y fotografías de la época.
Fines sociales
El Ayuntamiento de Sabero ha recibido un edificio situado en la travesía principal de la localidad, con amplias posibilidades de adecuar para otros fines sociales o funcionales para la actividad municipal. El edificio se encuentra en bastante buen estado de conservación y, según el regidor municipal Francisco García, ya hay alguna iniciativa para su uso, entre las que destaca las actividades deportivas de piragüismo en el Canal de Aguas Bravas de Alejico Sabero.
Durante 2017 se han cumplido los cien años de funcionamiento de una sociedad que fue pionera en la asistencia a los trabajadores y sus familias cuando la enfermedad, los accidentes y las muertes eran comunes en el día a día del trabajo en la mina. Las prestaciones sociales a los trabajadores eran muy precarias a comienzos del siglo XX y hasta el año 1932 no se declara obligatorio cubrir el riesgo de accidente de trabajo. Surge así la Sociedad de Socorros El Amparo que permite prestar una cobertura hasta la fecha inédita en la zona y mejorar las condiciones de vida de muchos trabajadores.
A lo largo de estos cien años la sociedad ha pasado por muchas etapas, algunas muy activas con más de cuatrocientos afiliados, otras menos cuando la actividad minera era mínima en la comarca o la aparición de seguros de protección públicos hacían menos necesarios los privados.
Desde el cierre de la empresa minera Hulleras de Sabero y Anexas, El Amparo perdió su función original. Su último presidente, Federico Moran, convocará por última vez a los socios para darles cuenta de la disolución de la sociedad y el destino de su patrimonio.