En la provincia de León tenemos muchos lugares con los que maravillarnos y que podemos disfrutar
En la provincia de León hay muchos lugares que podemos visitar para maravillarnos desde monasterio milenarios y palacios renacentistas hasta castros de la Edad de Hierro o pueblos referentes en latín. Algunos de los destinos que veremos a continuación están dentro de la provincia por lo que puedes combinar lo mejor de las ciudades y el turismo rural
El pueblo de Lois
Lois está situado en el corazón del Parque Nacional de la Montaña de Riaño y Mampodre, y es sin duda uno de los pueblos más bonitos de la zona. Si estás planeando una escapada rural a este maravilloso entorno de montaña, no te pierdas esta entrada en la que te cuento cuáles con los lugares imprescindibles que ver en Lois y alrededores, y también cómo llegar a Lois desde Riaño.
Lois se encuentra a unos 30 minutos en coche desde Riaño, el principal núcleo poblacional de la zona. Como ya te contaba en la entrada sobre qué ver en Riaño y alrededores, si te alojas en Riaño y vas a pasar varias horas visitando los lugares imprescindibles de Lois, debes recorrer unos 14 km por la N-621 hasta el municipio de Las Salas, tras lo cual hay que desviarse hacia la derecha por una carretera de montaña de unos 8 km que llega finalmente a Lois. Este último tramo no es sencillo, ya que se trata de una carretera estrecha de un solo sentido, por lo que pueda ser complicado maniobrar si coincides con un coche que circulando en el sentido contrario.
Paseando por las calles del pueblo te darás cuenta que no es un pueblo de montaña cualquiera. El primer edificio que destaca es sin duda la iglesia parroquial de Lois, una construcción tan desproporcionada en comparación con las dimensiones del pueblo y con su emplazamiento en medio de la montaña leonesa, que le ha valido el sobrenombre de «la catedral de la montaña». Tampoco te dejará indiferente la gran cantidad de casas señoriales que hay en el pueblo.
La catedra de latín y escuela de primeras letras son dos de los edificios más emblemáticos del pueblo. Es importante destacar que este pueblo tenía una escuela en el siglo XVIII, cuando muy pocos núcleos poblacionales contaban con centros de enseñanza. La Cátedra de Latín fue fundada por Jerónimo Rodríguez Castañón. Algunos de los alumnos de esta escuela alcanzaron en las décadas posteriores puestos de responsabilidad en distintas disciplinas mientras que otros continuaron siendo ganaderos y agricultores, aunque tener ciertos conocimientos sin duda les ayudaba a mejorar su situación
La Casa del Humo es otro de los lugares imprescindibles que ver en Lois es una casa que se rehabilitó siguiendo la arquitectura montañesa tradicional de la zona, sin chimenea y con una cubierta de paja de centeno. En este tipo de casas el humo se filtraba a través del techo, formando a su paso una capa de negra y brillante que funcionaba como aislante del exterior. Actualmente, la Casa del Humo se utiliza por un lado para mostrar la forma de vida tradicional de las familias de Lois, y por otro lado, como lugar destinado a albergar exposiciones. Cuando otro lado, como lugar destinado a albergar exposiciones. Cuando estuvimos visitando Lois, tuvimos la suerte de que en ese momento hubiese en la Casa de Humo una exposición fotográfica de Rubén Sánchez.
El río Dueñas está al lado del pueblo, es uno de los afluentes del Esla. No es difícil encontrar el río Dueñas, pues el sonido de sus aguas se puede oír perfectamente desde casi todos los puntos de Lois.
El Grajal de Campos
En las cercanías del pueblo de Grajal de Campos se han encontrado restos de época romana, aunque el nombre de «Graliere» aparece por primera vez en la crónica de Sampiro, refiriéndose al lugar hacia el cuál Bermudo dirigió sus tropas contra su hermano el rey de Asturias Alfonso III, siendo derrotado por el monarca.
Más tarde, el Grajal pasó a ser señorío de Don Raimundo de Borgoña, primer esposo de Doña Urraca, la hija de Don Alfonso VI y Doña Constanza, la francesa. Por encargo del rey, Don Raimundo se ocupó de la repoblación de Salamanca y Segovia, así como de promover la reconstrucción de las murallas de Ávila. El monarca le concedió el condado de Galicia, y de allí vino el obispo Gelmirez para asistir a su prematura muerte, que tuvo lugar precisamente en la villa de Grajal.
El castillo fue construido a las orillas del río Valderaduey, a comienzos del siglo XVI, se considera la primera fortaleza artillera de España y una de las mejores conservadas de la provincia leonesa. Con una gran influencia en castillos de construcción posterior, su diseño fue encargado al arquitecto Lorenzo de Aldonza, que utilizó las nuevas técnicas renacentistas de edificación. El conjunto fortificado es de poca elevación y, al cumplir un uso artillero, todavía puede verse un cañón desde el exterior. Los escombros sirvieron para terraplanear el interior de la fortaleza y conseguir la plataforma actual que ciñe sus muros. Actualmente la entrada al castillo se realiza a través de un portillo que da acceso a una escalera de caracol. El interior se halla relleno de tierra, aunque sí se realizan visitas guiadas.
El palacio de los Condes de Grajal se construyó por orden de los señores de la villa al heredar Hernando de Vega el señorío de Grajal, aunque ya se terminó en época de su hijo Juan, embajador de la Santa Sede y Virrey de Sicilia, al que el rey Felipe II concedió el título de Conde de Grajal. En su construcción también participó Lorenzo de Adonza, que realizó un diseño de planta cuadrada, torres en los extremos y dos pisos con arquería de medio punto. Lo más destacado del interior es la escalera renacentista además del patio central.
La iglesia de San Miguel es un municipio leonés llegó a contar con hasta seis iglesias y varias ermitas, De la iglesia de San Miguel se conserva una nueva que se corresponde a los siglos XVI y XVII. Se encuentra unida al palacio, que también da a la Plaza Mayor. De hecho un oratorio construido dentro del palacio se encuentra comunicado con el presbiterio de la iglesia, separado por una reja, para oír misa sin salir de palacio. Se construyó en ladrillo en 1536 y aunque es de estilo gótico, cuenta con elementos renacentistas incluso recuerda un poco al estilo mudéjar. Sus portadas son sencillas y lo que más destaca es su torre de cinco esquinas y 40 metros de altura. No se conoce exactamente si construcción con esta extraña forma se debió a que se encontraba adosada a otro edificio o si invadía algún terreno.
La Ermita de la Virgen de las Puertas es un templo unido a la puerta de San Andrés. Cuenta con un arco de medio punto de estilo mudéjar y formaba parte de la muralla que rodeaba Grajal de Campos. En la parte exterior sobre el arco hay una hornacina con Hércules de niño, imagen que para los romanos servía para defender el interior de las fortalezas
El convento de Nuestra Señora de la Antigua está a las afueras del pueblo. Fundado en 1599 por los condes de Grajal, pasaron por el monjes franciscanos y tras ellos las monjas de la orden de las Carmelitas Descalzas, hasta que se trasladaron a Toledo llevándose su patrimonio artístico
Lechería de Sosas de Laciana
El origen de La Popular está en la Fundación Sierra Pambley, una entidad privada sin ánimo de lucro dedicada desde 1887 a actividades educativas y culturales en la provincia de León, que contaba con una escuela de industria y otra de Agricultura en la zona. A comienzos del siglo XX los profesores conscientes del exceso de leche que se obtenía de la ganadería local, rica en grasas, propusieron a los vecinos la idea de crear una lechería que produjera mantequilla. Crear y comercializar productos con valor añadido que aumentará las rentas de los ganaderos.
La lechería necesitaba un trabajador, por ello los vecinos constituyeron una cooperativa a la que llamaron «La Popular» tenía 62 socios y un capital de 3.000 pesetas. Fueron los vecinos los que, en hacendera, levantaron piedra a piedra esta industria.
La lechería se puso en funcionamiento en el año 1920. La Cooperativa Popular de Sosas transformada la lecha en mantequilla que transportaban hasta Villager para después comercializar en Madrid. En la calle Alcalá se encontraba el despacho de ‘Mantequerías Leonesas’. Con la llegada de la minería y la venta de leche se convirtió en un complemento para las familias a los ingresos que llegaban del carbón. En 1968 la Cooperativa Popular de Sosas cerró sus puertas.
Desde los años 90 los vecinos de Sosas han trabajo por recuperarla. En 2014 con subvenciones de la Diputación de León y del Grupo de Acción Local Cuatro Valles consiguieron volver a abrir las puertas de la lechería, una industria única en España. Los vecinos han logrado producir mantequilla y hacerlo con los mismos utensilios que había en la fábrica hace 101 años.
Esta ruta de casi 7 km es una dificultad baja e ideal para familias. Recorre los rincones más emblemáticos de la localidad de Sosas de Laciana, lugares llenos de encanto y tradición con el patrimonio industrial como hilo conductor. Comienza en Sosas del medio, delante de la actual escuela, y termina en la lechería. Durante el recorrido podrás descubrir la arquitectura tradicional de la zona, fuentes, iglesias, castros y mucho más.
Si tienes ganas de andar y de conocer el magnífico entorno natural de Sosas de Laciana puedes encontrar rutas como la ascensión a la braña de Sosas, las majadas de Peña Rubia o conocer el paraje de Vegabustreiro.
El Pozo Julia de Fabero
Hay un lugar en la Comarca de El Bierzo que puede presumir de ser el primer conjunto etnográfico minero declarado «Bien de Interés Cultural» de Castilla y León. Se trata de la Cuenca Minera de Fabero. Vamos a descubrir este singular conjunto de patrimonio industrial recorriendo la Ruta de la Antracita y visitando el espacio del Pozo Julia.
La Asociación Cuenca Minera de Fabero, con el apoyo del Ayuntamiento del municipio ha conseguido que el pasado de Fabero, está ligado a la extración de antracita durante 100 años. Casi 6.000 personas llegaron a vivir de la minería en la Cuenca Minera de Fabero. Quién se lo iba a decir a Diego Peréz cuando decidió, en 1928, construir el primer vertical de la zona, el Pozo Viejo. Fue necesaria bajar a 110 metros de profundidad para cortar la primera capa y comenzar a extraer la antracita. El Pozo Viejo estuvo en funcionamiento hasta mediados del siglo XX, cuando comenzó la actividad en el Pozo Julia.
Actualmente podemos contemplar el castillete y la cas de máquinas, el edificio en ruinas de las oficinas, algunos talleres, una gasolinera, así como economato y hospitalillo. Junto al Pozo Viejo se pueden ver las torretas metálicas del cable aéreo que transportaba el carbón hasta las tolvas de la zona de clasificación
En 1936, tras una pequeña crisis, Diego Pérez remonta la producción y constituye » Antracitas de Fabero S.A.» Comenzaba la época dorada de la Cuenca Minera de Fabero. La explotación carbonífera a pleno rendimiento requerirá más mano de obra. El Ayuntamiento de Fabero adquirió una de las viviendas adosadas para recrear cómo vivían las familias mineras. En una visita guiada se pueden recorrer las pequeñas estancias, y contemplar varios objetos de la época donados por vecinos del municipio.
En 1947, Diego Pérez inicia la construcción del Pozo Julia. Este pozo vertical llegaba a los 275 metros de profundidad y tenía 3 plantas. Solo en este pozo trabajaban 3.600 mineros pero, en 1962, tras la inversión pionera en España de un sistema de mecanizado con cepillo, la plantilla fue reducida y los trabajadores reubicados en otros pozos de la región.
En 1991, tras agotar el mineral, el Pozo Julia cierra y la empresa Antracitas de Fabero hace una regulación de empleo. Finalmente pasó a manos de la unión Minera del Norte. Está en 2007 cedió las instalaciones del Pozo Julia al Ayuntamiento de Fabero para convertirlo en un museo.
El monasterio de San Miguel de Escalada
El monasterio de San Miguel de Escalada fue un templo fundado en el año 913 por un grupo de monjes que huían del Califato Cordobés, encabezados por el Abad Alfonso. Los monjes se establecieron ahí e iniciaron el proceso de reconstrucción del antiguo templo y de construcción de las dependencias monásticas. Ubicado en el Camino de Santiago, San Miguel fue construido en un plazo de tiempo cortísimo para la época, apenas 12 meses; y ello fue debido a la reutilización de materiales y elementos arquitectónicos de época romana y visigoda y a que en su construcción en un plazo de tiempo cortísimo para la época, apenas 12 meses; y ello fue debido a la reutilización de materiales y elementos arquitectónicos de época romana y visigoda, y a que en su construcción la mano de obra fueron los mismos monjes y algunos seglares que se trasladaron con sus familias a tierras de Escalada y colaboraron con ellos. Apoyados por Garci I que les entregó nuevas tierras la iglesia fue consagrada por el Obispo Genadio de Astorga, artificie también de la construcción de la iglesia de Santiago de Peñalba.
En el año 988 sufrió los desmanes de Almanzor cuando este asolo las tierras de León pero volvió a resurgir cuando en el año 1050 el abad Sabarico la restaura y amplia abriendo la puerta que hoy se utiliza para acceder al templo y a cuyos pies está enterrado. Ese mismo año la Comunidad que posiblemente estuviera bajo la regla de San Isidoro paso a regirse por la regla de San Benito y vivió la época de mayor esplendor.
En 1155 el rey de León Alfonso VII el emperador y su hermana Sancha Raimundez cedió el monasterio de Escalada a una comunidad Agustina dependiente de la Abadía Francesa de San Rufo de Avignon reconociéndose a partir de entonces como Priorato y repartidos los monjes benedictinos entre el ceracno monasterio de Elonza y el de Sahagún.
Con la desamortización del s. XVIII se expropiaron todas las posesiones del Monasterio y desaparecieron las edificaciones monásticas. Solo se conservó la iglesia que se fue restaurando en distintas fases, se convirtió en parroquia y en 1886 fue declarada Bien de Interés Cultural. En un nuevo procesos de restauración en la década de los 80 aparecen restos tardo romanos y visigóticos que se muestran una parte en la misma iglesia y otra en el Museo de León.
La iglesia de Escalada es de planta basilical, con tres naves, las laterales más estrechas y bajas que la central, todas cubiertas de techumbre de madera que aún conserva. Se organiza en tres espacios estructurados según los distintos estamentos participantes en los actos religiosos. Tres capillas abovedadas con sendos altares en la cabecera, zonas reservadas a los monjes ordenados, sería el primero, en segundo lugar el iconostasio separado por cancelas de las naves laterales y por tres arcos de herradura de la nave central y era el lugar reservado para el clero y por último, las naves centrales y laterales para los fieles en general.
Las ilustraciones o la iluminación fueron encargadas por Abad Víctor a uno de los mejores iluminadores de la época, el maestro MAGIUS que profesaba en el Monasterio de San Salvador de Tabara donde realizó el encargo.
El Castillo e iglesia de Corullón
En el municipio de la villa de Corullón en la comarca de El Bierzo. Está ubicado a 30 km de Ponferrada y es una parada de el Camino de Santiago, posee un conjunto monumental que incluye un castillo y dos iglesias románicas que ponen en evidencia la riqueza e importancia de esta región durante la época medieval.
El castillo destaca por su gran Torre del Homenaje, que es la zona mejor preservada gracias a que fue rehabilitada para poder residir en ella. En la actualidad el recinto fortificado está declarado Bien de Interés Cultural. Otra de las gemas escondidas del pueblo es la iglesia de San Esteban, un excelente ejemplar del románico leonés y que fue declarado Monumento Histórico Artístico.
Una de las características más extraordinaria del templo es la portada principal donde se aprecia la fuerte influencia de la «Fachada de las Platerías» de la Catedral de Santiago de Compostela. Esta portada es una de las pocas secciones que mantiene el templo original del siglo XI, que luego fue derribado y reconstruido en el siglo XII.
Otro Monumento Histórico Artístico imprescindibles es el que ubicado a la entrada de Corullón la iglesia de San Miguel. Se trata de un vistoso templo que data del siglo XII y que también fue realizado en estilo románico. Tienen una sola nave dividida en tres tramos y un ábside semicircular. En el exterior llaman la atención los canecillos que representan varias actividades así como animales fantásticos.
El Castro de Chano
El Castro de Chano está dentro del Proyecto «Castillos en el Aire: Fortalezas y Paisajes singulares a vista de drones». Proyecto de cooperación LEADER, enmarcado dentro del Programa de Desarrollo Rural 2014-2020, el cual se centra en la promoción y divulgación para poner en valor el patrimonio histórico cultural y paisajístico de los territorios rurales de Castilla y León que participan en este proyecto. Fortalezas y paisajes singulares a vista de drones.
El Castro está ubicado en el valle de Fornela, uno de los castros más importantes de la Península pro su excelente estado de conservación y sus dimensiones. La muralla exterior acoge un total de dieciséis edificaciones y tres fosos excavados en la zona oeste, siendo uno de los castros más grandes descubiertos. Construidos con materiales propios del entorno: piedra, paja, madera, destacando la presencia de lajas de pizarra. Las viviendas podían alcanzar hasta 5,5 metros de diámetro y sus muros 60 cm de grosor.
El conjunto estuvo poblado por los astures durante el cambio de era, desde el siglo I a. C. hasta la primera mitad del siglo I d.C. Desde el Castro se podía controlar gran parte del entorno. La confluencia del arroyo Mondiego con el río Cúa. Además su orientación les permitía gozar de un lugar privilegiado para el pastoreo y las labores del campo.
El Castro estuvo oculto y protegido durante siglos por el terreno cedido de la ladera, hasta que en 1989 se inician las labores arqueológicas de recuperación. Las labores de recuperación han puesto en relieve parte de los fosos, recintos amurallados y viviendas circulares de dos alturas, que recuerdan a las típicas pallozas de Ancares. Se desarrolla el Área Arqueológica del Castro de Chano que ha permitido recuperar el yacimiento y la construcción de las pallozas. Así estas pallozas albergan los contenidos que se puedan visitar. Estas construcciones se ha llevado a cabo respetando las formas y materiales empleados por los pobladores del Castro de Chano.
Desfiladero de los Calderones
El desfiladero de Calderones está cerca del pueblo de Piedrasecha. El origen del pueblo data de la Edad Media y según se dice el nombre viene de la lucha que mantuvieron los habitantes de la zona contra el invasor musulmán. Según cuentan, al intuir que los musulmanes querían conquistar el pueblo.
La ruta empieza en el arroyo de Los Calderones, con un camino de tierra cómodo y bien señalizado. La primear sorpresa, a sólo unos metros, es el «fueyo» una ladera con fuerte pendiente, sin vegetación, acarcavada y erosionada, llena de material deleznable que parece ser de hierro y pizarra por los colores. Siguiendo el arroyo, el paisaje es apacible, de prados y riberas feraces, de un verde intenso. Hay varias orillas en el arroyo muy apetecibles para un baño y alguna otra cascada.
La ermita de pueblo está cerca de la fuente de Manadero, con una curiosa inscripción que no se ha podido descifrar ni datar adecuadamente. Tan sólo unos metros más allá se llega, justo cuando el pasillo se estrecha, a la cueva de Las Palomas. Una escalera conduce hasta la oquedad en la que la devoción popular sitúa en este paraje de lujo a la Virgen de Manadero. Seguimos su desvío, perfectamente claro gracias a los escalones de piedra que existen para acceder a la ermita.
El desfiladero de los Caderones es un punto de interés geológico ya que las rocas calizas que lo forman se originaron por sedimentos de hace 360 millones de años, cuando la zona estaba cubierta por un mar. La cómoda senda da paso a un estrecho y pedregoso cañón. No tiene mucha altura, pero las grandes paredes de roca flanquean todo el recorrido. Un tramo precioso y que debemos ir avanzando de piedra en piedra.
A lo largo de las paredes encontramos fuertes pliegues a pequeña escala de singular belleza a interés educativo. El desfiladero de los Calderones es un tramo relativamente corto y pronto se va abriendo para ofrecer mayores vistas sobre la zona. Seguimos por el margen derecho del arroyo, que nos va regalando saltos de agua. A la derecha nos encontramos un cartel con información de la zona, un lugar con grandes roquedos y canchales.
La siguiente parte de la ruta es la nos ofrece el tramo más bonito. Encontramos una preciosa cascada y una poza en la que poder bañarse en días de calor. Mas arriba desembocamos en Santa Martas, un pueblo abandonado donde apenas queda de pie una cabaña de piedra que está abierta y nos sirvió como refugio contra la lluvia. A partir de aquí seguimos otros riachuelo por el margen izquierdo, el arroyo de Pernaliega, y es aquí donde comienza el ascenso más severo.
Si seguimos la pista forestal y tomamos el primer desvío hacia la derecha, a lo largo del valle y encontramos una fuente donde se puede descansar. La pista va siempre en ascenso, y fue mágico el momento en que nos internamos entre las nubes y el paisaje se convirtió en bruma lluviosa. El camino de vuelta será el mismo que el que hemos hecho a la ida.
Embalse de Riaño y los Fiordos leoneses
En la cordillera Cantábrica, es al antesala de los Picos de Europa, se puede ver un paisaje maravilloso. Riaño es conocido como los «Fiordos leoneses» y allá por 1960, como «La Suiza Española». La montaña de Riaño está en la parte norte de la Provincia de León, pertenece al Parque Regional de Picos de Europa-figura de protección otorgada por ser limítrofe con el Parque Nacional y desde 2016, al Parque Regional de la Montaña de Riaño y Mampodre. Dada su ubicación es un lugar estupendo para hacer base y recorrer desde aquí los Picos de Europa, el Mampodre o el Parque de Fuentes Carrionas en la montaña palentina. Se encuentra a 1148 metros de altitud por lo que es un paraje soñado por los amantes del turismo activo tanto en invierno como en verano.
Igual que pasó en A Paiciega y el Emabalse de Grandas de Salime, cuesta creer que un paisaje tan impresionante pueda ser la consecuencia de la intervención humana. Una intervención catalogada como una de las mayores catástrofes medioambientales de España de siglo XX. Fue un proceso muy mediático marcado por las protestas vecinales, incluso fue necesaria la intervención militar. Muchos habitantes no estaban dispuestos a abandonar sus hogares y fueron desalojados por la fuerza. Finalmente los vecinos fueron reubicados en Nuevo Riaño, pueblo que preside el abrumador paisaje.
No obstante en la montaña de Riaño reside la mejor reserva de vida silvestre en León. Bosques de acebos, hayas, robles y tejos dan paso al narciso de montaña que cada primavera cubre de amarillo las praderas de Riaño. Es la única reserva cantábrica poblada por cabras montesas, ciervos, corzos, jabalíes, lobos y rebecos y una manada de bisontes europeos que conviven con caballos salvajes en la montaña.
En el nuevo pueblo de Riaño hay varios punto de interés turístico, algunos de los monumentos que ser reubicaron para la construcción del embalse. Como por ejemplo la iglesia de Nuestra Señora del Rosario, el banco más bonito de León, el Corro de Aluches, Iglesia Parroquial de Riaño, Museo Etnográfico de Riaño
Mina de Wolframio de la Peña do Seo
Es una ruta de senderismo que empieza en la localidad berciana de Cadasfresnas que nos conduce a la cumbre de la Peña del Seo pasando por el antiguo poblado minero de La Piela, abandonado en 1958. Hubo un tiempo en el que los hombres y mujeres de estas tierras subían hasta las faldas de la Peña del Seo para extraer wolframio. Durante la II Guerra Mundial este mineral utilizado para endurecer el acero de los blindados alcanzó precios desorbitados, alemanes y aliados pugnaban por su compra.
Se le encargó la explotación de la zona a la compañía minera de Montaña del Sur. Acabada la II Guerra su extracción dejó de ser tan ventajosa, aún así, los dos socios que registraron la mina lograron firmar un contrato de 5 años con el gobierno Norteamericano y que les concedieran un crédito de 230.000 dólares para explotar la montaña.
En 1951 se iniciaron las obras de la mina, los lavaderos y el poblado que acogería a cientos de obreros. El declive y cierre de la mina se produjo en 1958. El precio del wolframio se desplomó y los Norteamericanos no renovaron el contrato. En la actualidad una empresa australiana es la que está realizando prospecciones.
La ruta empieza junto al panel informativo de la ruta que hay en Cadafresnas, tras abandonar el pueblo avanzamos por el camino de tierra construido por la compañía minera para acceder a la exploración y que coincide con el de La Mirada Circular. En la ladera de la montaña se vislumbra, perdido en la inmensidad, el poblado minero de La Piela. Después de 4 kilómetros de marcha suave, prácticamente llana, se alcanzan los restos del poblado, después de tres décadas de abandono sus ruinas desprenden un encanto misterioso y sobrecogedor, la belleza del paisaje es imponente. Pasadas las últimas casas tomamos una pista que surge a la derecha, ahora el camino se endurece, vamos ascendiendo en zigzag hasta llegar a una bifurcación, el camino de la derecha, el de la Mirada Circular, se dirige a la falda de la Peña del Seo, punto dese el que iniciaremos el ascenso. El de la izquierda conduce a la explotación minera.
Optamos por el camino de la derecha para alcanzar el collado. Llegados a este punto tomamos una pequeña senda que hay junto a las ruinas de una antigua construcción, la senda se pierde en algunos puntos por lo que habrá que estar atento a los hitos de piedra que en zigzag van marcando la ruta de ascenso.
Si el día acompaña, las vistas son espectaculares. La Peña del Seo cuenta con dos cimas, llegados a la primera nos espera una pila de piedras, estamos a 1.576 metro de altitud. A partir de aquí hay que seguir el cordal hasta alcanzar la segunda cima donde encontraremos los restos de una caseta y un vértice geodésico.
Tras disfrutar de la magnífica panorámica regresaremos por el mismo camino y si nos quedan fuerzas podremos hacer un alto para visitar los restos de la explotación minera. La ruta es fácil de seguir. Si el día no acompaña el piso suele estar resbaladizo por lo que habrá que extremar las precauciones durante el ascenso y posterior bajada.