Casi un 40% de los españoles ha conseguido un aumento del sueldo este año. Y aún así ha perdido nivel adquisitivo
El 38% de los españoles ha obtenido un aumento de sueldo en los últimos doce meses, según los datos obtenidos de una encuesta realizada por el portal de empleo Infojobs. Esto, sin embargo, no ha servido para que la mayoría de esos trabajadores hayan mejorado sus condiciones de vida, ya que la inflación desbocada ha devorado ese aumento y aún ha dado algún que otro mordisco al salario anterior.
Como consecuencia, los españoles habrían perdido, de media, un 5% de poder adquisitivo en el último año a pesar de percibir aumentos de salario, según datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
Subidas moderadas, inflación disparada
Los datos de la citada encuesta señalan que las subidas de sueldo que han conseguido los españoles en el último año oscilan entre un 1% y un 5% de su salario, en muchos casos insuficiente para afrontar un aumento generalizado de los precios de los productos de consumo que en julio alcanzó un 10,8%, máximo anual.
De hecho, el 60% de los encuestados que han conseguido ese incremento retributivo asegura que, aun así, ha perdido poder adquisitivo, por el 26% que señala que sólo le ha servido para mantenerlo y el 12% que afirma que lo ha incrementado. Estos últimos suelen ser trabajadores con ingresos mensuales netos superiores a los 2.000 euros o profesionales jóvenes que tienen menos cargas familiares, según InfoJobs.
Los datos recopilados por el portal de empleo coinciden, más o menos, con los recogidos por las Estadísticas de Convenios Colectivos de julio del Ministerio de Trabajo, que reflejaba que los sueldos sólo han crecido en lo que va de año un 2,56%, una subida que en circunstancias normales sería una buena noticia, pero que con una inflación al 10,8% es preocupante.
Sin subida del sueldo
El informe de InfoJobs también recoge los principales motivos alegados por las empresas para rechazar las peticiones de subidas de sueldo de sus empleados. El más utilizado tiene que ver, precisamente, con la inflación: la compañía no puede permitírselo porque el aumento generalizado de los precios ha reducido los beneficios.
Las organizaciones también suelen negarse porque ya se llevó a cabo una subida recientemente, porque no se le va a incrementar el sueldo a ningún empleado o porque la persona es relativamente nueva en la empresa. No obstante, el 30% de los profesionales a los que sus compañías les han negado el aumento salarial asegura que la organización no les ofreció ningún tipo de justificación.
Sin actualización por el IPC
A pesar de que un número importante de españoles ha percibido un aumento del sueldo en el último año, muy pocas empresas han accedido a ello para compensar la subida del Índice de Precios de Consumo (IPC). La mayoría ha acometido esos incrementos retributivos porque la experiencia o cargo del profesional así lo meritaban (32%), porque el incremento del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) decretado por el Gobierno les ha obligado a ello (26%) o por una evaluación laboral positiva (17%). Sólo el 4% los ha llevado a cabo por la inflación.
Una pérdida de tiempo. Las cifras del informe de InfoJobs no son del todo malas, ya que suponen que un 40% de los españoles han recibido un aumento de salario, aunque en el actual contexto económico les sirva de bien poco. Pero sí llaman la atención porque hace unos meses otro informe, en este caso de la firma internacional de investigación de mercados YouGov, señalaba que sólo un 20% de los profesionales de nuestro país tenían pensado pedir un incremento de salario en los meses sucesivos.
La mayoría de los encuestados en aquel estudio señalaron que no iba a pedir un aumento de sueldo porque consideraban que iba a ser una pérdida de tiempo, ya que no había posibilidad de que su empleador accediese. A la luz de los nuevos datos, parece que aquel pesimismo era algo exagerado, aunque también es cierto que una parte nada desdeñable de las subidas ejecutadas el último año, el 26%, han venido motivadas por la obligación impuesta por Gobierno tras incrementar el SMI.