Rusia ha amenazado con un despliegue nuclear si Suecia y Finlandia entran en la OTAN
Lituania responde que el Ejército ruso dispone ya de este tipo de armamento en Kaliningrado, un enclave entre Polonia y el territorio lituano
Moscú ha amenazado este jueves con desplegar armas nucleares junto a los países nórdicos si Finlandia y Suecia se adhieren a la OTAN, como han dejado entrever en los últimos días. “No habrá nada más que hablar sobre cualquier estatus no nuclear de la región del [mar] Báltico, el equilibrio deberá ser restablecido”, ha asegurado el vicepresidente del Consejo de Seguridad ruso y exmandatario Dmitri Medvédev. Sin embargo, los países de la región advierten de que la zona no está desmilitarizada y Rusia ya cuenta con armas nucleares en el enclave de Kaliningrado. “La comunidad internacional está al tanto de ello”, ha respondido el ministro de Defensa lituano, Arvidas Anusauskas.
Además de amenazar con el envío de armamento nuclear, Medvédev también ha adelantado que esa adhesión supondría que Rusia desplegara más tropas en la zona. “Si Suecia y Finlandia entran en la OTAN, la frontera terrestre será el doble y, naturalmente, tendrá que ser reforzada. Será necesario aumentar drásticamente las defensas terrestres y aéreas, y desplegar unas fuerzas navales importantes en el golfo de Finlandia”, ha afirmado el expresidente y ex primer ministro ruso.
A pesar de que Suecia y Finlandia no son miembros de la OTAN, o no lo son todavía, sus representantes acuden con mucha asiduidad a las reuniones que mantienen los miembros de la organización transatlántica. La colaboración entre los dos países nórdicos y la Alianza se ha incrementado en los últimos años; soldados finlandeses y suecos han participado en maniobras militares organizadas por la OTAN y desde que han empezado a caer las bombas en Ucrania, los ministros (de Exteriores y Defensa) han participado en todas las citas del grupo transatlántico. Esto ha llevado al secretario general de la Alianza, Jens Stoltenberg, a decir que los 30 miembros de la OTAN recibirían con los brazos abiertos a los dos países nórdicos si deciden dar el paso.
“Es una decisión que deben tomar ellos desde su autonomía y soberanía”, señaló Stoltenberg la semana pasada, antes de la última reunión de los titulares de Exteriores. Aunque también subrayo que “ellos podrían integrarse con facilidad en la organización si deciden dar el paso”, una frase, esta última, que sonó casi a una invitación formal de ingreso. “Estoy seguro de que encontraremos la manera de resolver las preocupaciones que puedan tener en relación con el periodo entre la posible solicitud y la ratificación final”, llegó a subrayar el noruego, ante un escenario en el que resuenan las amenazas rusas y el hecho de que el paraguas de la seguridad colectiva, que asegura que ante la agresión a un miembro de la Alianza todos reaccionan para su defensa, no estaría todavía en vigor.
Esto último apunta a que para Suecia y Finlandia puede haber una vía rápida de ingreso. Ante esto, en la OTAN recuerdan que la Alianza tiene una serie de valores compartidos, como la democracia, que en el caso de los dos países nórdicos están acreditados. Este punto de partida les daría ventaja frente a otros que esperan al ingreso, como Georgia —que, además, tiene dos zonas en conflicto en su territorio.
La advertencia de Medvédev se produce un día después de que las primeras ministras sueca y finlandesa, Magdalena Andersson y Sanna Marin, comparecieran en rueda de prensa conjunta para evidenciar su frente común. Así, dos teóricos neutrales escogen bando tras el recrudecimiento de la guerra en Ucrania. «No puedo dar un tiempo exacto, pero la decisión se tomará rápido. Es más una cuestión de semanas que de meses», expresó Marin acelerando así sus planes para sumarse al bloque de la OTAN que ahora mismo engloba una treintena de países.
Más precavida se mostró Andersson, quien, ante todo, pidió cautela. «Es una situación muy grave que tenemos que tratar con mucha seriedad. Así manejaré el tema», explicó. Aunque ninguna dio una fecha exacta, la prensa sueca facilitó el mes que barajan ambas potencias para formalizar la solicitud: se trata del mes de junio, coincidiendo precisamente con la próxima cumbre de la Alianza que acogerá Madrid.
La declaración de intenciones de las primeras ministra se vio en todo el mundo, pero en Moscú se siguió con especial interés y provocó automáticamente una respuesta en dos tiempos. Primero, la amenaza: si el bloque crece, se reforzará el Báltico hasta los dientes… y eso incluye armas nucleares. Segundo, el llamamiento a la cordura con nueva advertencia: «Vamos a confiar en que se imponga la sensatez de nuestros vecinos norteños. Y, si no, como se dice, ellos mismos se lo habrán buscado».
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