Después de los catastróficos resultados de la unión morada, Pablo Iglesias modera sus exigencias pero no renuncia a un gobierno de coalición.
El político descartó ayer en rueda de prensa dimitir a pesar de los malos resultados obtenidos en los comicios del pasado domingo. En sus declaraciones aconseja a Sánchez cerrar filas a la izquierda pues según el «la división resta».
Iglesias también ha hecho autocrítica -claro que su versión de la autocrítica tiene poco de «auto» y mucho de crítica- palabras para su antiguo compañero de filas Iñigo Errejón, enviándole el dardo de que «la división resta» en clara alusión a lo ocurrido en ayuntamiento y Comunidad de Madrid.
Sin embargo y a pesar de que la convocatoria de un «Consejo Ciudadano» ya está en su agenda, el líder de la formación naranja insiste en su idea de entrar en el Gobierno creando un bloque de gobernabilidad tanto en Comunidades Autónomas como en municipios a pesar de los pésimos resultados.