Al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, parece que le crecen los enanos. Los escándalos estallan a su alrededor. La polémica de su mujer, la presunta trama del que fuera su mano derecha, el exministro Abalos, el controvertido puesto de trabajo de su hermano y ahora la fábrica de su padre. El padre de Pedro Sánchez es el empresario Pedro Sánchez Fernández propietario de una fábrica de plásticos.
La empresa se llama Playbol, que no Playboy. Esta empresa recibió casi un millón de euros en ayudas públicas del Ministerio de Economía durante la pandemia. Varios movimientos en efectivos, una donación de 240.000 euros a su hijo, el músico investigado por la compra del palacete de Elvas en Portugal, han puesto al padre de Sánchez en el ojo de la Agencia Tributaria.
De hecho, Pedro Sánchez padre ha presentado en el Registro Mercantil las cuentas de su fábrica de plásticos después de dos años sin hacerlo. La fábrica de plásticos fue fundada por el padre del jefe del Ejecutivo hace más de cuarenta años. Después de que Sánchez llegara a Moncloa, se cedió la explotación del negocio al empresario Francisco José Albert de León a través de Industrias Plásticas Playbol SL.
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