Los comercios españoles estarán obligados a cobrar a sus clientes las bolsas de plástico a partir del próximo 1 de julio, salvo aquellas de plástico fino que se usan para los productos alimentarios, como la fruta, comprados a granel.
Así consta en el real decreto aprobado hoy por el Consejo de Ministros y que ha anunciado la ministra de Agricultura, Isabel García Tejerina. La norma, además, prevé la prohibición de todas las bolsas de plástico fragmentable para el 1 de enero de 2020 y la «supresión» de todas ellas, salvo las compostables, para 2021.
La Comisión Europea lleva años intentando reducir el uso de bolsas de plástico. Pero ha dado cierta libertad a cada Estado sobre la forma de acometer esa reducción. España finalmente se ha decantado por obligar al cobro de las bolsas. En principio, la medida (que ya aplican varias comunidades autónomas) debía entrar en vigor el 1 de marzo, pero el ministerio argumentó problemas en la tramitación para retrasar la puesta en marcha del cobro de las bolsas. El precio podrá fijarlo libremente el comercio en una horquilla de entre 5 y 15 céntimos.
Quedan fuera de la norma las muy ligeras, las que se usan en un supermercado, por ejemplo, para meter la fruta o verdura a granel.